En un hecho que hace recordar a la Argentina en 2015, Jair Bolsonaro, próximo expresidente de Brasil, dejó el país con rumbo hacia Orlando en los Estados Unidos para no entregarle el mando este domingo a quien lo superó y se volverá primer mandatario del país, Lula Da Silva.
Bolsonaro aun discute con su equipo cómo se realizará el cambio de gobierno pero lo que sí se sabe es que el actual presidente no estará presente a causa de este viaje que realizará con varios asesores que se transformarán en empleados en las próximas horas.
Del viaje no participa una de las principales armadoras del espacio de Bolsonaro y su esposa, Michelle. Se espera que pase al menos un mes fuera del país según consignó la cadena de noticias O Globo, la cual también informó que el vicepresidente, Hamilton Mourão, ya se hizo cargo del poder desde las 14 horas de esta tarde.
La decisión que tomó Bolsonaro es equivalente a lo ocurrido en 2015 en la Argentina, cuando la por entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner decidió no entregarle el bastón de mando al mandatario entrante, Mauricio Macri, y tuvo que realizarlo un presidente de transición que solo duró doce horas.
Lula Da Silva no tendrá fácil el gobierno que le espera por delante hasta 2026 por los números que disponen los partidos de derecha y centro derecha en el congreso brasilero, con los cuales deberá realizar distintos acuerdos apra impulsar las leyes reformistas que anticipó en su campaña.
Los fanáticos de Bolsonaro continúan, hasta 48 horas antes de la llegada de Lula al poder y sin el actual presidente en el territorio, con los reclamos frente a los cuarteles para que los militares tomen el poder e impidan la llegada del líder del Partido de los Trabajadores al gobierno de Brasil.
Lula Da Silva no tendrá fácil el gobierno que le espera por delante hasta 2026
Después de la derrota en las urnas, Bolsonaro pasó la mayor parte de su tiempo recluido en el Palacio de la Alvorada e hizo muy pocas declaraciones públicas. El viernes, dijo que "fue difícil guardar silencio durante dos meses" según consignó O Globo.
Tras la salida del presidente, la mirada de los especialistas y del mercado de Brasil está puesta en cómo termina de diagramar su gabinete Lula. La diversidad de partidos que integran el frente que lo llevó al poder hace que cada uno pugne por un puesto de poder y las negociaciones se extienden a pocas horas de su llegada al poder.