Japón reanudó el lunes la caza comercial de ballenas después de 31 años, cumpliendo una meta largamente anhelada por los tradicionalistas, pero en gran medida vista cada vez más como una causa perdida.
Los barcos balleneros zarparon el lunes en su primera cacería comercial desde 1988, cuando Japón comenzó a realizar la denominada caza de ballenas "con fines de investigación", pero las embarcaciones deberán mantenerse dentro de las aguas económicas exclusivas del país.
La notificación de seis meses de Japón para retirarse de la Comisión Ballenera Internacional entró en vigor el domingo.
La Oficina de Pesca dijo que la cuota de captura hasta finales de este año es de 227 ballenas, menos que las 333 que Japón ha cazado en la Antártida en los últimos años. La cuota para la captura de esta temporada fue retenida hasta el lunes, aparentemente para evitar críticas durante la cumbre del Grupo de los 20 que concluyó el fin de semana en Osaka.