El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quiere enfrentar a China en la industria de la movilidad sin contaminación. El demócrata firmó una orden ejecutiva que establece el objetivo de que el 50% de los vehículos nuevos en EEUU sean de emisión cero en 2030. Eso incluye eléctricos, híbridos o de hidrógeno, según el documento.

El jefe de la Casa Blanca centrado los esfuerzos para combatir el cambio climático en la industria automotriz. Su objetivo también está en acelerar la fabricación de coches eléctricos en la nación norteamericana. Los tres grandes fabricantes de ese país, Ford, GM y Stellantis (Chrysler), señalaron su “ambición común de alcanzar” ese objetivo.

Los objetivos no son vinculantes, pero la firma del decreto estuvo acompañada de los representantes de los tres grandes fabricantes de automóviles como una una señal. Las compañías manifestaron la “aspiración compartida” de que el 40% a 50% de sus vehículos vendidos sean eléctricos para 2030. Claro que fijaron recomendaciones para lograrlo.

La Agencia de Protección Ambiental (EPA) y el Departamento de Transporte anunciaron la reinstauración de los estándares de consumo y emisiones a los vehículos nuevos que eliminó la administración de Donald Trump. Biden comentó en su anuncio que “la pregunta es si lideramos o nos atrasamos en la carrera hacia el futuro”.

El comunicado de la empresas asegura que un “cambio drástico en el mercado” sólo es posible con políticas estatales. Eso incluye incentivos financieros para que los conductores compren coches verdes. El proyecto de infraestructuras que se discute en el congreso de EEUU incluye 7.500 millones de dólares para estaciones eléctricas.

El País detalla que Washington está obligado a impulsar un cambio para reducir las emisiones a la mitad para 2030. Los vehículos a gasolina representan el 28% de sus emisiones de carbono. El sindicato United Auto Workers dijo que se centran “en preservar los salarios y beneficios que han sido el corazón y el alma de la clase media”.