La justicia de Argentina procesó a un joven que, tras regresar de Estados Unidos, no cumplió la cuarentena y asistió a una fiesta familiar donde contagió a 20 personas, incluido a su abuelo, quien falleció producto del coronavirus.

El joven, identificado como Eric Torales, de 24 años, regresó de sus vacaciones en Miami el 13 de marzo. Antes de bajarse del avión completó la declaración jurada que debían llenar todas las personas que llegaban a Argentina desde un país de riesgo y firmó un documento que lo obligaba a hacer cuarentena.

Sin embargo, no hizo caso y al día siguiente asistió a una fiesta de 15 años de su prima en Buenos Aires, donde participaron más de 100 personas.

Dos días después, Eric Torales ingresó a la Clínica Adventista de Belgrano donde se le diagnosticó el coronavirus.

Lamentablemente, a la celebración también asistió su abuelo, Luis María Suárez, de 78 años, quien murió el pasado 1 de abril a causa del COVID-19.


De esta forma, el joven fue procesado por delito contra la salud pública, al propagar una enfermedad de manera culposa (por imprudencia y negligencia) que tuvo como resultado la muerte, lo que conlleva una pena de entre 3 y 5 años de cárcel.

El argumento de la Fiscalía se basa en que el joven violó la cuarentena de manera consciente, ya que el pasado 12 de marzo el Gobierno publicó un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) en el que se establecía una cuarentena obligatoria para quienes retornaran a Argentina desde alguno de los países considerados de riesgo, entre los que se incluía a Estados Unidos.

El juez federal Néstor Barral ordenó la libertad del imputado y le impuso la obligación de presentarse una vez  al mes mientras dura la investigación.

“No quedan dudas que el comportamiento de Torales resultó un peligro para la salud pública. Él es el autor responsable del delito de propagación de enfermedad peligrosa y contagiosa culposa agravada por el resultado de enfermedad y muerte”, indicó Barral al medio Infobae.