Un tribunal británico ha rechazado este lunes la petición de Estados Unidos para extraditar al fundador de Wikileaks, Julian Assange, acusado de espionaje por las autoridades norteamericanas por difundir miles de documentos oficiales y secretos a través de su portal.
Wikileaks ha informado en Twitter del rechazo de la petición estadounidense, lo que libra a Assange en principio de un traslado que habría supuesto el inicio de un proceso penal en el que podría ser condenado hasta a 175 años de cárcel.
El fundador de Wikileaks fue arrestado en abril de 2019 en la Embajada de Ecuador en Londres, donde permanecía refugiado desde 2012 para evitar ser extraditado inicialmente a Suecia, donde tenía pendiente una investigación por presuntos delitos sexuales.
Assange se encuentra detenido actualmente en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, en el sureste de Londres.
Washington lo reclama por 18 delitos de espionaje e intrusión informática castigados allí con hasta 175 años de cárcel.
La decisión llega tras la celebración de un juicio de cuatro semanas en el tribunal londinense de Old Bailey, en el que declararon numerosos testigos de la defensa del activista, que rechaza su entrega y aguarda la resolución del caso retenido en el centro de alta seguridad de Belmarsh.
Estados Unidos pide la extradición de Assange para juzgarle por haber conspirado presuntamente con el exsoldado estadounidense Bradley Manning (hoy Chelsea Manning) en 2010 y, ahora, también con otros “hackers” entre 2007 y 2015 para obtener y publicar ilegalmente información secreta en su portal.
Durante el proceso judicial han declarado ante el tribunal numerosos testigos de la defensa, en apoyo de su tesis de que las acusaciones de Washington contra su cliente están “políticamente motivadas” y no afrontaría un juicio justo en ese país, si bien la fiscalía mantiene que se trata de actos criminales.
Han prestado testimonio varios psiquiatras, que aseguraron que el periodista, delicado de salud, padece “un trastorno del espectro autista” y “presenta riesgo de suicidio” si es entregado a EE.UU., algo que ha tratado de evitar desde que fue detenido en Londres en 2010 a petición de Suecia por presuntos delitos sexuales de los que no fue acusado y que ya han sido archivados.