Oh I'm just counting

La abstención también gana en Venezuela: el análisis del corresponsal de BBC Mundo, Daniel García Marco

Al caer la tarde de este domingo, dentro del chavismo se daba por seguro el triunfo, pero se mostraban preocupados por una participación de entre el 50% y el 55%.

Al final fue menos, un 46,01%, según los primeros datos del Consejo Nacional Electoral (CNE), una cifra muy baja para unas elecciones presidenciales.

El promedio de participación en las tres últimas elecciones presidenciales (2006, 2012 y 2013) fue de más del 79%, según los datos de Eugenio Martínez, periodista experto en procesos electorales.

Esa participación sería alta en otros países de la región, pero es escasa en Venezuela, donde este tipo de comicios presidenciales -sin segunda vuelta- atraen gran interés del censo.

El desencanto y la falta de confianza en Venezuela se reflejaron también este domingo en las elecciones presidenciales, celebradas en medio de la peor crisis de la historia reciente.

Nicolás Maduro fue reelegido, pero la abstención también triunfó.

La baja participación es un éxito para aquella parte de la oposición que llamó a no participar por considerar que no se daban las condiciones para un proceso justo, reforzado por las denuncias este mismo domingo del candidato Henri Falcón, el segundo más votado.

Pero la baja participación muestra que no sólo los opositores, sino también los simpatizantes de Maduro se abstuvieron.

El resultado fue un golpe para la intención expresada por Maduro en campaña de alcanzar los diez millones de votos, una cifra que nunca pudo conseguir el carismático Chávez en momentos de bonanza económica.

En la elección del 30 de julio de la Asamblea Nacional Constituyente, el oficialismo, que competía sin rivales, superó los ocho millones de votos.

En 2013, Maduro se impuso a Henrique Capriles con más de 7 millones de votos.

La abstención reforzará la idea de Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y más de una decena de países de América Latina de no reconocer los resultados y de ampliar posiblemente las sanciones.

Queda por ver qué hará la oposición con esos datos en el futuro. Antes y durante la campaña se ha mostrado nuevamente dividida y sin líder, papel que en parte podría querer asumir Falcón.