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La Casa Real británica publica la primera fotografía de la lápida y tumba de Isabel II

La casa real británica ha publicado en sus redes sociales la primera foto de la tumba de Isabel II, cinco días después de recibir sepultura el pasado 19 de septiembre en un gran funeral de estado celebrado en la abadía londinense de Westminster con 2.000 invitados. Los restos de la reina, que estuvo 70 años en el trono, descansan ya junto a los de su padre Jorge VI en el castillo de Windsor. Un punto y final a un luto que duró 11 días. Isabel II falleció el pasado 8 de septiembre en Balmoral (Escocia), en el que era uno de sus castillos favoritos. Sus restos mortales viajarían después desde Escocia hasta Londres para un último y multitudinario adiós, que tuvo al Reino Unido y toda la Commonwealth sumidos en el desconsuelo de haber perdido a la que ha sido un símbolo para ellos durante más de medio siglo.

La losa de la tumba, instalada en la capilla de San Jorge, que antes estaba dedicada a su padre y a la Reina Madre, ha sido sustituida por un grabado en memoria de Isabel II, sus padres y su esposo, el duque de Edimburgo —fallecido en abril de 2021—, junto a una estrella de metal de la Orden de la Jarretera, la más importante de caballería del Reino Unido.

En la foto difundida del lugar de su sepultura se pueden leer las palabras serigrafiadas (son inscripciones en oro) en la piedra que dicen: George VI 1895-1952 / Elizabeth 1900-2002 en las dos líneas superiores, seguidas de la insignia de la Orden de la Jarretera y la inscripción de Elizabeth II 1926-2022 / Philip 1921-2021 en las dos líneas inferiores. 

La losa anterior solo tenía los nombres de Jorge VI y de la Reina Madre en letras doradas. Aquí también reposan las cenizas de la princesa Margarita, hermana de Isabel II, sin embargo su nombre no figura en la inscripción.

El bloque está hecho de mármol negro belga tallado a mano, mientras que las coronas de flores que rodean la placa son de la familia de la monarca y se exhibieron junto al féretro durante el servicio religioso de su entierro celebrado el pasado lunes 19 de septiembre, según informa Reuters. Esa fue una ceremonia íntima, en la que solo estuvo la familia más próxima y de la que no se tienen imágenes. El palacio de Buckingham la calificó como una “ocasión familiar profundamente personal”.

Un momento que la familia seguramente necesitaba, tras el mediático funeral de 11 días que recorrió primero Escocia, luego se dirigió a Londres, donde los ingleses pudieron despedir a la reina durante cuatro días y sus cuatro noches en la capilla ardiente que se instaló en el palacio de Westminster, hasta concluir en un funeral de estado en la abadía al que acudieron unos 2.000 asistentes, entre ellos dirigente y reyes de todo el mundo. Tras el oficio religioso, se inició el cortejo fúnebre en el que estuvieron los miembros de la familia real acompañando al féretro de Isabel II hasta el Arco de Wellington, donde finalmente viajó en coche hasta el castillo de Windsor. Después de caminar cinco veces tras el féretro de su madre, Carlos III está guardando luto siete días más, según informa la revista ¡Hola!.

La capilla de la reina comenzará a ser visitable a partir del próximo 29 de septiembre, según informan diversas agencias, en lo que se espera que sea un sitio de peregrinación para todos aquellos que admiraban a una reina que hoy es ya parte de la historia del mundo moderno.

La elección de este sitio para sus restos mortales no ha sido baladí. En la capilla de San Jorge es donde se encuentran los restos de la mayoría de los reyes y reinas de la historia británica —desde Enrique VII, enterrado allí en el siglo XVI—. Windsor es también el lugar que acoge las misas de la Orden de la Jarretera y el sitio predilecto de la familia real para celebrar bautizos, bodas y entierros. Además, el propio castillo ha tenido un papel muy importante en la vida de Isabel II, ya que por su proximidad con Londres fue donde pasó los fines de semana durante años. Aquí sufrió el fatídico incendio de 1992 que afectó a una parte de la fortaleza, y también el hogar que le sirvió de resguardo junto a su marido en tiempos de pandemia. Además, la localidad de Windsor es desde este año la residencia oficial de los nuevos príncipes de Gales, Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton, que se trasladaron a este enclave para estar más cerca de Isabel II.