Para solucionar un diferendo artificial orquestado, lamentablemente por algún entorno vecino, Marruecos no paró de obrar, hace décadas, para encontrarle salida pacífica ydialogada.
De ahí surgió la Iniciativa de la Autonomía del Sahara Marroquí. Ese plan de autonomía del Sáhara marroquí fue anunciado en 2007 como: la Iniciativa Marroquí para la Negociación de un Estatuto de Autonomía para la Región
del Sáhara.
Esta iniciativa, impulsada por el Rey Mohammed VI e inspirada en un espíritu de apertura, pretende crear las condiciones para un proceso de diálogo y negociación que conduzcan a una solución política mutuamente aceptable. Ha sido bien
acogida y aceptada por la mayoría de la sociedad internacional.
En lo que atañe a las grandes obras y proyectos de desarrollo, los años de reinado de Mohammed VI han visto el despliegue de una importante red de infraestructuras: puertos, autopistas, puentes, ferrocarriles, polígonos industriales, etc.
Marruecos se compromete plenamente a poner en práctica la voluntad del Soberano de establecer una infraestructura capaz de hacer de Marruecos un polo económico regional.
La búsqueda de la sostenibilidad se encuentra en la encrucijada de una triple preocupación, económica, social y ambiental: la búsqueda del desarrollo económico sin el cual nada es posible, la búsqueda de una mayor justicia social, finalmente, la preocupación por la protección y renovación de los recursos naturales.
Reforzar la infraestructura en las provincias del Sahara marroquí fue prioridad del Rey Mohammed VI y su gobierno. Consciente de la necesidad de desarrollar infraestructuras marítimas adecuadas, junto a los países de la región, subrayó el Rey Mohammed VI en su discurso con motivo de la Marcha Verde, la importancia de modernizar las infraestructuras de los Estados del Sahel e integrarlos en las redes regionales de transporte y comunicación.
Marruecos ya está avanzando en esta dirección, con el objetivo de desarrollar una economía marítima, basada particularmente en la modernización del litoral saharaui.
La zona se está transformando en un gran polo de desarrollo y de inversión, de atracción turística y cultural, con una gran preocupación por la protección de la biodiversidad, de generar energía limpia y garantizar seguridad y paz sostenible en la zona y en toda la región.
Por eso no aparece sorprendente, en una evolución significativa, el anuncio oficial que dirigió el Presidente de Francia Emmanuel Macron hoy 30 de julio, donde “considera que el presente y el futuro del Sahara Occidental se enmarcan en
la soberanía marroquí. La República Francesa asegura al Rey Mohammed VI “La Intangibilidad de la posición francesa sobre este asunto de la seguridad nacional para el reino y que Francia: “tiene la intención de actuar de acuerdo con esta
posición, tanto a nivel nacional como internacional”.
Este reconocimiento de la república francesa, miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, constituye un gran paso en apoyo a la Soberanía marroquí sobre su Sahara, impulsada por su arquitecto y generador Mohammed VI.
Ese marco de integridad territorial de Marruecos, iniciativa del Reino en su plan de autonomía, como marco exclusivo para dar salida a ese diferendo regional, fue reconocido antes también por varios países y regiones del mundo, incluso algunos
abrieron sus consulados en las ciudades de Layoune y Dajla, grandes provincias del Sahara marroquí.