Cuando Mauricio Macri ganó las elecciones que lo convirtieron en alcalde de la ciudad de Buenos Aires, se impuso como el líder de la oposición kirchnerista en 2007. El cargo, lo mantuvo por dos períodos seguidos, pero el objetivo siempre fue uno: la Presidencia.
Así, en 2015, llegó a la Casa Rosada y el mensaje a la ciudadanía fue claro para poder cumplir con un plan de gobierno de al menos 20 años: "Yo estoy acá por ustedes así que les pido por favor, no me abandonen".
Sin embargo, los últimos seis meses han llevado a Macri y a su coalición a la cuerda floja y la tan "obvia" reelección que se preveía para 2019, ya no es tan clara. Una pérdida de popularidad y apoyo ciudadano le han quitado fuerza al bloque y han provocado que su futuro político considere un nuevo factor: la incertidumbre.
"Si la elección hubiese sido hace cuatro meses, Macri ganaba en primera vuelta. Si fuera hoy, tendría que pasar por una segunda vuelta y con los interrogantes que surgen porque puede ser para un lado o para el otro".
Así ve la situación Joaquín Morales Solá, analista político y columnista del diario La Nación. Para él, el aumento de la inflación, la crisis cambiaria, la subida de las tarifas de energía, el déficit fiscal, la deuda externa y el ya firmado acuerdo de préstamo con el Fondo Monetario Internacional, hicieron que "la sociedad se enojara con el Presidente" y pusiera en tela de juicio las promesas de los primeros días de su gobierno.
En ese sentido, la diplomática Cecilia Nahón es drástica: "Cada vez son más los argentinos que se están dando cuenta que ese futuro maravilloso que Macri prometió, nunca llega y quizás nunca lo haga (…) él configuró una enorme estafa electoral".
Pero las circunstancias de hoy eran prácticamente impensadas hace pocos meses, cuando en las elecciones de medio tiempo -las parlamentarias- le dieron una sorpresa al ingeniero: su coalición política, Cambiemos, superaba todo pronóstico y se posicionaba como la preferida por los trasandinos, incluso por sobre la oposición peronista y kirchnerista. Así, después de octubre y de las polémicas económicas, "Macri perdió el apoyo blando", explica el politólogo y director de Observatorio Electoral, Julio Burdman.
"Cuando uno cruza en las encuestas 'opinión Macri según voto 2015' se da cuenta de que lo que pasó fue que todo aquel votante que votó por él en segunda vuelta, pero no en la primera, se fue", explica el académico. De esta forma, el futuro es complicado, pero Burdman asegura que la -única- opción para que el Presidente repunte en los sondeos y se reconfigure como una opción fuerte para 2019, es "recuperar la confianza de la opinión pública, de los inversionistas, del FMI, pero por sobre todo, de la oposición peronista".
La ruptura del statu quo político Pese a su victoria como Presidente y al reciente triunfo en las parlamentarias, el oficialismo no ha contado con mayoría en el Congreso estos dos años. Sin embargo, con una oposición dividida por el kirchnerismo "Macri a co-gobernado con el peronismo", advierte Burdman.
Y explica: "Buena parte del peronismo no-kirchnerista acompañó a Macri durante los dos primeros años porque estaba convencida de que había Macri para rato (…) Por eso si él no logra demostrar que es capaz de ser reelegido en 2019, la oposición empieza a jugar otro juego y se da la paradoja de que pese a que ganó las parlamentarias de octubre, pierde apoyo en el Congreso".