Más de 1,500 camiones estaban varados el martes en Gran Bretaña, esperando recibir luz verde para salir pronto hacia Europa, después de que algunas de las restricciones de viaje más dramáticas de la pandemia fueran impuestas al país tras el descubrimiento de una variante potencialmente más contagiosa del coronavirus.
Los camiones serpenteaban a lo largo de una carretera importante del sureste de Inglaterra cerca de los puertos vitales del Canal de la Mancha o se apiñaban en un aeropuerto en desuso, ilustrando la gran escala del aislamiento que se le impuso a Gran Bretaña después de que muchos países, desde Canadá hasta India, prohibieron vuelos desde Reino Unido y de que Francia prohibió la entrada de sus camiones durante 48 horas a partir del domingo por la noche.
Para un país compuesto por islas que depende en gran medida de sus vínculos comerciales con Francia, la medida francesa es potencialmente muy grave, y generó temores de escasez de alimentos si las restricciones no se levantan para el miércoles.
El martes aumentaron las esperanzas de que los conductores varados puedan volver pronto a las carreteras, luego de que el brazo ejecutivo de la Unión Europea presionó para lograr una respuesta coordinada a las restricciones de viaje con Reino Unido.
La Comisión Europea dijo que las personas que regresen a sus países de origen o lugares de residencia principales deberían poder hacerlo siempre y cuando tengan una prueba diagnóstica negativa del virus o estén en cuarentena.
Aunque el comisionado de Justicia Didier Reynders expresó que los países de la UE deberían trabajar juntos para “desalentar los viajes no esenciales” entre el bloque y Gran Bretaña, aclaró que “las prohibiciones generales de viaje no deberían impedir que miles de ciudadanos de la UE y Reino Unido regresen a sus hogares”.
La comisión agregó que “los flujos de carga deben continuar ininterrumpidamente”.
La ministra del Interior, Priti Patel, dijo a radio BBC que el gobierno británico está “hablando constantemente” con Francia para que la carga vuelva a moverse. Francia ha dicho que quiere levantar la prohibición lo antes posible y está buscando formas de testear a los conductores a su llegada.
Si bien la prohibición francesa no impide que los camiones entren a Gran Bretaña, muchos vehículos que transportan carga desde el país insular al continente regresan cargados de mercancías. El temor es que ese proceso se vea interrumpido. Además, algunos camioneros o sus empleadores podrían decidir no entrar a Gran Bretaña, por temor a que no puedan regresar a casa.
Las restricciones estaban creando una sensación de aislamiento en Gran Bretaña similar a lo que experimentaron los residentes de la provincia china de Hubei a principios de año o los del norte de Italia unos meses después.
Dado que por Dover pasan unos 10,000 camiones cada día, que suponen en torno al 20% del comercio de mercancías del país, los minoristas están cada vez más preocupados porque la situación no se resuelva pronto.
Andrew Opie, director de alimentación y sostenibilidad en el Consorcio Minorista Británico, advirtió de un posible desabasto de alimentos como lechuga, verduras y frutas frescas tras la Navidad si las fronteras no “operan libremente en su mayoría” a partir del miércoles.
Explicó que el problema en realidad son los camiones vacíos que se encuentran en Inglaterra y que no pueden recoger nuevas entregas para Gran Bretaña. Los camiones vacíos “tienen que volver a lugares como España para recoger el siguiente cargamento de fresas y frambuesas, y tienen que volver el día siguiente más o menos. De otra manera veremos interrupciones” de suministros, dijo.
Durante el fin de semana, el primer ministro británico Boris Johnson impuso medidas estrictas de confinamiento en Londres y las zonas vecinas, al surgir la nueva variante del virus que según los primeros indicios podría ser un 70% más contagiosa.
Como resultado, Johnson eliminó una relajación planificada de las reglas durante la Navidad para millones de personas y prohibió reuniones de personas de varias familias bajo techo. Solo se permitirán viajes esenciales.
En medio de dudas sobre si las vacunas que se están implementando ahora podrían funcionar contra la nueva variante, el director general de BioNTech —la farmacéutica alemana que participó en el desarrollo de una vacuna que se está distribuyendo en Gran Bretaña y otros lugares— dijo confiar en que el fármaco será efectivo, pero que se necesitan más estudios para tener certeza total.
“En este momento no sabemos si nuestra vacuna también puede proporcionar protección contra esta nueva variante”, dijo Ugur Sahin el martes durante una conferencia de prensa. Dijo que las proteínas de la variante británica coinciden en un 99% con las versiones más extendidas del virus, agregó, y por lo tanto BioNTech tiene “confianza científica” en que su vacuna será efectiva.