En una entrevista con el sitio web Gazeta Brasil, el presidente Jair Bolsonaro minimizó la amenaza de la variante Ómicron, incluso insinuando que es “bienvenida”.
“Ómicron se ha extendido por todo el mundo, como dicen los mismos que realmente saben que tiene una gran capacidad de propagación, pero con una tasa de mortalidad muy pequeña”, dijo Bolsonaro.
También sugirió que el virus podría funcionar como una vacuna al otorgar inmunidad colectiva, sin proporcionar evidencia directa. “Incluso dicen que este virus podría actuar como una ‘vacuna’. Según algunas personas serias, estudiosas y no vinculadas a las compañías farmacéuticas, Ómicron es bienvenida y podría, sí, señalar el final de la pandemia”.
Criticó a los gobernadores estatales por implementar nuevas restricciones contra Ómicron.
“Si los gobernadores estuvieran preocupados por tu vida, como dicen, también estarían preocupados por otras enfermedades. Hoy, otras enfermedades matan mucho más que el COVID-19 y nadie parece estar preocupado por ellas. La salud en Brasil siempre ha sido caótica, ¿por qué toda esta preocupación ahora? ¡Es porque esto se ha convertido en una enfermedad politizada!”.
El presidente brasileño también dijo que vacunar a los niños podría tener efectos secundarios y enfatizó que el número de niños muertos por la pandemia en el país era “casi cero, un número muy pequeño” y que “este número pequeño también incluía niños con comorbilidades”.
En la misma entrevista, Bolsonaro reafirmó que no fue vacunado contra el COVID-19 y afirma que todavía está protegido por la inmunidad colectiva ya que anteriormente tuvo el virus.