La canciller Angela Merkel comunicó este lunes a la dirección de su partido que no volverá a presentarse al puesto de presidenta de la CDU en el próximo congreso, que se celebrará en diciembre en Hamburgo, pero advirtió que quería seguir ejerciendo el cargo de jefa del Gobierno federal hasta el fin de la legislatura, en 2021.
Merkel subrayó que "es hora de abrir un nuevo capítulo", ya que su "objetivo siempre había sido ocupar cargos políticos con dignidad y un día partir con dignidad". Fuentes de su partido citadas por la agencia Reuters han puntualizado que también descarta postularse para algún alto cargo en la UE tras las elecciones al Parlamento Europeo de mayo. Según el diario el País de España.
Por el momento dos destacados militantes han presentado su candidatura para ocupar el cargo que dejará vacante Merkel: Annegret Kramp-Karrenbauer, actual secretaria general de la CDU, y Jens Spahn, ministro federal de Sanidad. Según el periódico Bild, el antiguo jefe del grupo parlamentario de la CDU/CSU Friedrich Merz quiere postularse a la presidencia de la CDU.
La canciller calificó de “decepcionante y amargo” el mal resultado obtenido por su partido en Hesse este domingo y admitió que los motivos de la debacle había que buscarlos en los últimos meses del Ejecutivo federal. “La imagen que ofrece el Gobierno es inaceptable”, agregó.
La decisión de Merkel se debe al resultado en los comicios en Hesse, pero también a la tendencia a la baja en las encuestas que se publican regularmente en el país. Según el último sondeo, la CDU solo obtendría un 24% de los votos en unas elecciones nacionales.
Según sus planes originales, Merkel quería buscar la reelección en el congreso del partido, pero el batacazo electoral del domingo en Hesse (la CDU perdió 11 puntos con respecto a las elecciones de 2013) la llevó a tomar la decisión. El resultado supone, además, un nuevo golpe a la imagen del debilitado Gobierno de gran coalición de Berlín.
Otro partido que sufrió un descalabro fue el SPD. Las urnas otorgaron en cambio un triunfo a Los Verdes, que doblan su fuerza y se convierten en un grupo indispensable para formar gobierno en la región. La ultraderecha logra entrar en el último Parlamento regional que le quedaba por conquistar.