La tragedia venezolana ha tomado magnitudes continentales inéditas en América Latina, las estadísticas más conservadoras calculan que a la fecha ha salido del país más del 10% de la población total, huyendo del infierno en que se han convertido las condiciones de vida en nuestro territorio; el cual, ha sido invadido desde hace dos décadas por el régimen narco comunista cubano, quienes tienen más de doscientos mil mercenarios armados que controlan los organismos de inteligencia y los puestos estratégicos de la fuerzas armadas nacionales, sobre los cuales se sostienen en el poder la banda genocida que gobierna, por la vía de la represión sistemática y generalizada contra la población civil, desarma y sometida a la hambruna y total miseria.
La bonanza petrolera de la primera década del sometimiento venezolano, permitió que el continente y el mundo ignoraran las dimensiones de la tragedia que se avecinaba, debido a las grandes fortunas gastadas en lobbys internacionales y regalos sustanciales a gobiernos y grupos políticos afines, que maquillaron y manipularon, la violación a los derechos humanos y la tiranía estructural instaurada por el genocida Hugo Chávez y heredada, con la bendición de la Habana, a su diabólico pupilo Nicolás Maduro.
Hoy buena parte del continente y el mundo están sintiendo con recelo, como la migración de grandes contingentes de venezolanos, se está constituyendo en una problemática de indeterminados efectos, producto de un fenómeno inédito y para el cual no estaban preparados, estructural ni culturalmente, para recibir a tantas personas y sus particulares dramas humanos.
La migración venezolana se constituye principalmente en dos grandes factores, los que migran por razones económicas y de subsistencia, y los que huimos por razones de persecución y odio político de la narco tiranía, en resguardo de nuestras vidas y la de nuestras familias, siendo los enemigos jurados de quienes no permiten la disidencia política, ni menos la oposición a sus oscuros y rapaces intereses.
Los que huyen por razones económicas, en cierta medida tienen un poco más de organización y tiempo para planificar su huida; pero quienes lo hacemos por razones de persecución, a duras penas podemos hacerlo con una maleta de elementos básicos y la esperanza que la solidaridad humana y la comprensión de nuestros casos, nos permita refugiarnos como lo establecen las leyes y convenios internacionales suscritos para tales situaciones.
Es evidente el temor surgido en Latinoamérica y principalmente en los países más cercanos a Venezuela, sobre los efectos que pudiera tener esta migración para sus condiciones de vida y estructura de servicios, por lo que han surgido una serie de acuerdos y documentos suscritos por estos países para regularizar solidariamente la llegada de venezolanos a sus territorios.
Para el caso de Chile, se han implementado una serie de medidas que vienen a organizar esta diáspora, pero que por lo masivo de la migración y lo inédito de este fenómeno, hacen que surjan infinidad de aristas que complican los procesos administrativos, de obligatorio cumplimiento para legalizarse y así poder insertarse en la sociedad chilena de manera efectiva y digna.
Es de gran inspiración la calidad, bondad y sensibilidad humana con la cual, la gran mayoría de chilenos han venido adoptando el fenómeno migratorio venezolano, muchos recuerdan a las duras experiencias vividas en las décadas de los 70´y 80´a propósito de los hechos ocurridos y de la dictadura de aquellos tiempos, que dejaron huellas profundas en el reservorio histórico de esta maravillosa nación, pero que contaron con Venezuela como tierra de refugio para salvar sus vidas y rehacerlas en prosperidad, siendo que en retribución agradecida actúan bondadosa y solidariamente.
Para el caso de la situación legal del refugio en Chile, hay circunstancias que vienen a empañar toda la solidaridad manifiesta por los ciudadanos chilenos y expresada de manera reiterativa en el discurso oficial de los máximos representantes del gobierno; estas circunstancias vienen referidas, a las dificultades y muros construidos para optar a la condición definitiva de refugiado y así poder obtener el estatus legal que nos permita a los presos, perseguidos y enemigos políticos de la narco tiranía criminal, poder insertarnos, trabajar y tener oportunidades de calidad de vida dentro de la sociedad chilena, la cual nos ha recibido con tanto afecto y solidaridad.
El primer hecho que se presenta, violando la ley de refugio 20.430 de Chile y los tratados internacionales suscritos por esta gran nación, es la posición asumida por algunos funcionarios de migración ubicados en los puestos fronterizos y principalmente, en el aeropuerto internacional de Santiago, quienes de manera tajante, amenazante y xenofóbica niegan al solicitante de refugio venezolano, la admisión de dicha solicitud al momento de llegar a este aeropuerto; como lo ocurrido con mi familia, mi Señora y mis hijos de 9 años y 5 meses, el día 29 de septiembre a las 7:30 am cuando arribaron a este aeropuerto, quienes acogidos al principio universal de unidad y reunificación familiar solicitaron el refugio a la autoridad fronteriza, por mi condición de solicitante de refugio en esta tierra de libertad y democracia.
La respuesta recibida por los funcionarios fue tajante y amenazante, negándose a recibir su solicitud de refugio y amenazándoles que sino ingresaban como turistas, afectarían mi condición legal en el país; lo peor fue que al asistir a la oficina de refugio en la calle San Antonio, les dieron un papel escrito a mano dónde les daban cita para marzo del año 2019, más de 5 meses de espera, en los cuales no existirán legalmente en Chile y mis niños tendrán todas las trabas y obstáculos, que ya se los han impuesto, para poder acceder a los derechos universales de la salud, la educación y la identificación; derechos que fueron prácticamente eliminados en Venezuela y por lo cual, constituye un importante motivo para la huida de tantos venezolanos de su tierra natal.
Es por ello, con la intensión que esta situación no siga ocurriendo, es que hacemos este llamado desesperado para que la autoridades tomen cartas en el asunto y se resuelva la situación de tantos solicitantes de refugio que nos encontramos en Chile, primeramente, instruyendo a sus funcionarios para que conozcan la ley y los convenios internacionales suscritos por Chile, porque están obligados a respetarlos y aplicarlos, y en segundo lugar, para que dispongan de la infraestructura necesaria que permita agilizar estos trámites, que reciban de inmediato las solicitudes de refugio para que comience este proceso, el cual debe ser acortado a 8 meses como lo define la ley, ya que existe una gran cantidad de solicitantes de refugio que pasan años con cédula temporaria, porque la comisión encargada de revisar estos casos llevan meses que no se reúnen y tienen miles de casos represados a la espera de la regularización de su situación.
También cabe resaltar, que exigirle documentos apostillados a un venezolano cuya potestad la tiene exclusivamente el régimen forajido, es hacer más ricos a sus funcionarios corruptos, los cuales llegan a cobrar hasta mil dólares por apostillar un documento; también ni hablar de acceder al pasaporte, que ha sido totalmente negado obtenerlo por la vía legal e institucional, dónde la única manera de conseguirlo es mediante la corrupción, pagando hasta 5 mil dólares por un pasaporte, obligando a los venezolanos tener que huir de esa tragedia sin este importante documento, violando así el derecho humano a la identidad. Es absurdo que los países del mundo exijan identificación y apostillas, que son otorgadas por un narco estado fallido y criminal.
La tragedia de huir de la narco tiranía que destruye a Venezuela. Por Danny Ramírez, Dirigente político de la oposición en la diáspora venezolana recién llegado a Chile
La tragedia de la migración venezolana se va a seguir multiplicando en los próximos meses y años, la solución a la dantesca crisis que padece nuestro país ya no está en manos de los venezolanos, son múltiples los factores criminales del narco comunismo cubano y el saqueo de naciones poderosas aliadas de la tiranía como China y Rusia que están detrás de toda esta destrucción, por lo que se requiere de la acción militar internacional humanitaria del mundo civilizado, para someter a la justicia a los narcotraficantes y genocidas que gobiernan Venezuela, salvando la vida de millones de seres humanos que se encuentran secuestrados. Esta acción es condición necesaria que debe cumplirse para liberar a esta maravillosa nación de esa mafia multilateral que se adueñó de todo un país, de no ocurrir así, deben esperar la llegada de más de 10 millones de venezolanos en los próximos meses, repartidos por el continente.
El monstruo de Chávez y la influencia del narco comunismo cubano junto al foro de Sao Pablo, fueron ayudados a construir por muchas naciones bajo el abrigo y la subvención de los petrodólares venezolanos, pues es hora que entre todos ayudemos a solucionar esta espantosa tragedia para el continente, quiera DIOS y estas palabras lleguen a dónde deban llegar, para que tengan eco y solución al sufrimiento de un pueblo que clama justicia.