Andrés Manuel López Obrador marca un antes y un después en la historia de México.
El político de 65 años fue electo predecesor de Enrique Peña Nieto en los comicios del pasado 1 de julio donde logró la victoria con más de 30 millones de votos correspondientes al 53% de las preferencias.
Conocido como AMLO, por sus iniciales, luego de tres intentos por llegar al poder ahora es el primer presidente de izquierda en la historia reciente de México y ejercerá el mando desde 2018 hasta 2024.
“A partir de ahora se lleva a cabo una transformación pacífica y ordenada pero al mismo tiempo profunda y radical porque se acabará con la corrupción y con la impunidad que impiden el renacimiento de México”, comentó López Obrador, quien desde los inicios de su campaña se centró en terminar con la corrupción y el narcotráfico dentro de su país.
Además de lo anterior, el desde hoy presidente también hizo énfasis en la necesidad de combatir la pobreza, los privilegios de la clase política y la creciente violencia ligada principalmente al crimen organizado. 2018 fue el año más violento de México desde hace 21 años, contabilizando 16.000 homicidios sólo en el primer semestre.
No sólo de sus promesas de campaña se acordó en su discurso de cambio de mando, también anunció el inicio de una “comisión de la verdad” como un acto de justicia por los 43 estudiantes de Ayotzinapa que figuran como “desaparecidos” desde septiembre de 2014 y que el gobierno de Enrique Peña Nieto no pudo resolver, viendo manchado su expediente.
Durante la ceremonia del cambio de mando AMLO envió un saludo al ausente Nicolás Maduro, viviendo un momento incómodo en que la bancada del Partido de Acción Nacional, conocido por su conservadurismo, se levantó diciendo a gritos “¡Dictador!”
Continuando, mencionó: “Me comprometo a no robar y a no permitir que nadie se aproveche de su posición”, añadiendo que “nada material me interesa”.