El Partido de los Trabajadores se la jugó en favor del ex mandatario, quien se encuentra en prisión, durante su convención nacional.
Hasta hoy, Lula sigue a la cabeza de las encuestas pese a su condena por corrupción y lavado de dinero.
El Partido de los Trabajadores proclamó este sábado la candidatura de Luiz Inácio Lula da Silva, designándolo así como abanderado presidencial pese a su arresto y a que probablemente el Tribunal Electoral no le permita disputar las elecciones de octubre.
En su convención nacional, celebrada en Sao Paulo, la mayor fuerza de izquierdas de Brasil dio un golpe a la mesa en que se juega el todo o nada por el ex mandatario, confirmándolo como candidato, mientras dejó abierto el nombramiento de su vicepresidente.