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Lula, sobre Bolsonaro: Brasil "no merece ser gobernado por un genocida"

El ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, líder del Partido de los Trabajadores (PT), cargó contra el mandatario Jair Bolsonaro y aseguró que tratará de impedir que el país siga siendo gobernado por "un genocida".

Brasil "no merece ser gobernado por un genocida como está siendo gobernado hoy. No es posible la humillación que Brasil está sufriendo ante el mundo", expresó Lula durante un discurso en el marco del lanzamiento en Sao Paulo de un libro sobre sus procesos judiciales.

Lula, principal antagonista del líder ultraderechista y quien encabeza las encuestas para las elecciones presidenciales que se celebrarán en 2022, dijo también que Bolsonaro fue elegido gracias a su discurso de "odio" contra la política, pese a que "vivió toda su vida como un político", ya fuera como concejal o diputado.

Criticó, además, la conducción del Ejecutivo brasileño frente a la crisis sanitaria, económica y social provocada por la pandemia del coronavirus, a la que Bolsonaro restó importancia en repetidas ocasiones y cuyas posibles omisiones son investigadas por el Senado.

"Ese ciudadano (Bolsonaro) no cuidó de la pandemia, del hambre, del empleo, del salario y adoptó la vieja política de la peor especie que un presidente puede relacionarse con el Congreso Nacional", dijo.

En ese sentido, el ex líder sindical criticó al presidente por abrazar "la vieja política" que había prometido enterrar y las recientes alianzas entre el Gobierno y el llamado "centrón", un grupo variopinto de formaciones de centro y derecha que controla el Parlamento desde hace tres décadas y que desde entonces ha participado en todos los Gobiernos que ha tenido el país, incluido en el de Lula.

"Lo que estamos viendo hoy es una cosa simplemente terrible de la relación política entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo", señaló Lula (2003-2010).

El ex jefe de Estado igualmente criticó los diversos procesos judiciales a los que fue sometido, que culminaron incluso en dos condenas por corrupción y por los que llegó a pasar 580 días en prisión, al expresar que no fueron nada más que un "intento de destruir la izquierda brasileña".

"El intento de destruir el PT y la izquierda brasileña no funcionó. Nosotros conseguimos sobrevivir y salimos de ese proceso mucho más fuertes", aseguró.