Oh I'm just counting

Mañana se reinicia juicio en contra de chilenos acusados de homicidio en Malasia y en que arriesgan pena de muerte

La fiscalía dispone de un plazo hasta el 9 de octubre próximo para exponer todos los hechos, con el fin de que el juez pueda determinar la culpabilidad o inocencia de los jóvenes. La sentencia se dictaría una semana después del cierre de la exposición del persecutor.

Mañana la justicia de Malasia reanudará el juicio oral contra los dos chilenos detenidos y que podrían enfrentar una condena a la pena de muerte de ser encontrados culpables.

Felipe Osiadacz (27) y Fernando Candia (30), están detenidos hace más de un año en la cárcel de Kuala Lumpur por la muerte de un malayo cuando estaban en un hostal. El hombre falleció tras un "forcejeo" con los chilenos, por lo que  el cargo que pesa en su contra es de homicidio.

Desde Chile los esfuerzos de las familias de los detenidos para pedir a distintas autoridades nacionales, que intervengan a fin de lograr una salida que permita salvarlos de la horca y que regresen lo más pronto posible. Los chilenos habían viajado al sudeste asiático de vacaciones, luego de estar un año en Nueva Zelanda trabajando.

Aunque la audiencia en primera instancia estaba fijada para el 1 de agosto, el proceso se aplazó para el día 2. Sin embargo, la fiscalía no se presentó y nuevamente cambiaron la fecha. Lo mismo pasó el 27 de agosto, quedando la cita fijada para mañana 24 de septiembre.

Hasta el momento, el único testigo sería el empleado hotelero, el que habría tardado más de la cuenta en llamar a la policía desde la recepción. Justamente la defensa de los chilenos acusa que el tiempo que demoró, fue determinante en la muerte del hombre, lo que restaría un grado de culpabilidad a los jóvenes y evitaría la pena capital.

Según la versión de los detenidos, el fallecido los siguió hasta el hostal para pedirles dinero, tras lo cual se produjo el "forcejeo" donde éste murió. De acuerdo al informe forense, el fallecido estaba "bajo la influencia de diversos estupefacientes" y los chilenos acusados alegan que lo acontecido fue "en defensa propia".

Malasia aplica la pena de muerte en la horca a los condenados por narcotráfico y homicidio voluntario.