“Los huevos y las cacerolas sirven solo para cocinar en mi casa”. Esta fue la respuesta que le dio el presidente de Francia, Emmanuel Macron, al diputado de Francia Insumisa Sébastien Rome ante las manifestaciones por la recién promulgada reforma previsional.

Este jueves, el mandatario realizó su segundo desplazamiento público después de la promulgación de la polémica medida. Anteriormente, había acudido a Sélestat (al noreste de Francia) para defender su plan de 100 días para enfrentar la crisis en el país, pero fue recibido con abucheos y cacerolazos.

Ahora fue a Ganges (sur del territorio). Sin embargo, las fuerzas de seguridad confiscaron les confiscaron previamente a los manifestantes “dispositivos sonoros portátiles”, como ollas y cacerolas. También hicieron uso de gas lacrimógeno para mantenerlos alejados de la delegación presidencial.

Ya en el lugar, el presidente sostuvo una conversación con el diputado de izquierda, quien le aseguró que “resistencia” estaba un poco lejos, aunque “no se la oyera”. “Los huevos y las cacerolas sirven solo para cocinar en mi casa”, le dijo Macron.

Por su parte, la diputada ecologista Sandrine Rousseau cuestionó las medidas: “¿Se puede salir de una crisis democrática prohibiendo cacerolas?”. En tanto, el portavoz comunista, Ian Brossat, ironizó: “Esperamos con impaciencia el proyecto de le