Más de 5 mil personas se reunieron en el barrio Logan Square, en Chicago, para protestar por la muerte de Adam Toledo, un niño de 13 años tiroteado por la policía de la ciudad.
Un video difundido por una agencia que se encarga de investigar los casos de uso de fuerza letal muestra a un agente disparando fatalmente a Toledo, que tenía las manos en alto, durante una persecución que ocurrió el pasado 29 de marzo en el barrio hispano de La Villita.
La víctima estaba acompañado por Rubén Román, de 21 años, quien aparece en otro video disparando un arma. Se separaron al ser perseguidos por la policía, y Román fue arrestado mientras otro agente persiguió a Toledo.
Según la versión de las autoridades, Toledo traía una pistola en las manos al momento en que el oficial le disparó. Sin embargo, el video, grabado por una cámara policial, parece mostrar que las manos del niño estaban vacías cuando el agente abrió fuego.
En una entrevista con CNN, el presidente del sindicato de policía de Chicago, John Catanzara, alegó que Toledo era un miembro recientemente iniciado en la violenta pandilla de los Latin Kings, y que tenía un tatuaje recién hecho con un símbolo emblemático de la pandilla, que en los años recientes ha sido acusada de crimen organizado, narcotráfico, asaltos y asesinatos.
Catanzara dijo a CNN que el comportamiento del oficial estaba “justificado cien por ciento”, y que las acciones del oficial fueron “en realidad heroicas”.