Las carreteras de una amplia zona de la costa este de Estados Unidos estaban congestionadas en la madrugada de este miércoles, con largas filas de autos que buscan alejares de Florence, un huracán de categoría cuatro "extremadamente peligroso" que llevó a las autoridades a ordenar la evacuación de cientos de miles de personas.
Las operaciones de evacuación afectan a 1,7 millones de personas en Carolina del Sur, Carolina del Norte y en Virginia, los estados más amenazados por la tormenta que se desplaza a 28 km/h y que debería alcanzar las costas estadounidenses el jueves, según las previsiones del Centro Nacional de Huracanes (NHC).
"No hemos tenido una tormenta de esta magnitud desde la década de 1950", dijo Jim Wenning un habitante de Wrightsville Beach, en Carolina del Norte, que taladro en mano protegía las ventanas de un edificio.
El meteoro se ubicaba 1.075 km al este-suresete de Cape Fear, en Carolina del Norte, y el NHC dijo que se espera que toque tierra en las Carolinas a última hora del jueves o en madrugada del viernes.
El gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, urgió "salir ahora" a los habitantes de las zonas a evacuar. "Esta es una tormenta de la cual la gente tiene que escapar", dijo Cooper. "Esta es una tormenta histórica, algo que pasa quizás una vez en la vida", precisó.
Desde la Casa Blanca, el Presidente Donald Trump instó a obedecer las órdenes de evacuación, insistiendo en que "si se les pide que se vayan, salgan".
"Esta será una tormenta mucho mayor de lo que hemos visto en décadas", dijo Trump, destacando la preparación del gobierno. "No ahorramos ningún gasto", dijo.