Un motín de reclusos en una cárcel del occidente de Venezuela dejó al menos 46 muertos y 50 heridos.
La ministra de Servicio Penitenciario de Nicolás Maduro, Iris Varela, confirmó la refriega en el recinto de Guanare, en el estado Portuguesa. No obstante, no ofreció cifras oficiales.
La diputada María Beatriz Martínez también confirmó el hecho y afirmó que los reclusos estaban en la puerta del Centro Penitenciario de Los Llanos, mientras dialogaban con el director del penal y un militar encargado de la seguridad del penal, cuando se registró el motín.
“Extraoficialmente se habla de más de 40 muertos. Y aunque se pretende hacer ver como consecuencia de una fuga frustrada, familiares con los que he hablado dicen que el motín ocurrió por la prohibición de ingresar a la cárcel los alimentos a los privados de libertad. Ellos lo que tienen es hambre”, dijo Martínez.
La parlamentaria detalló que los presos tenían una protesta desde temprano e intentaban negociar con las autoridades. Mientras se manifestaban, un grupo intentó romper la cerca y fueron repelidos por las fuerzas de seguridad. Luego hubo dos enfrentamientos armados más entre presos y guardias.
Durante la refriega, los reos usaron armas de fuego y blancas, así como objetos punzantes y una granada.
El director de la cárcel, Carlos Toro, resultó gravemente herido de una puñalada en la espalda y la cabeza. Mientras que un custodio también resultó herido por las esquirlas de la granada lanzada por uno de los reclusos.
Para la diputada Delsa Solórzano, la denominada “Masacre de Portuguesa”, lo ocurrido en el penal “es una muestra más de las incapacidades del régimen. Desde hace meses hemos denunciado las precarias condiciones de los centros de reclusión del país”.
“El hacinamiento en las cárceles de Venezuela, y las precarias condiciones a las que son sometidos los presos en Venezuela, son claras violaciones a sus DDHH, los cuales deben ser garantizados por el Estado bajo cualquier circunstancia”, condenó.
La cárcel de los llanos fue construida para alojar a 750 reclusos, pero hoy en día tiene una población penal de más de 2.500 hombres, algunos con enfermedades como tuberculosis, escabiosis y hepatitis, según el activista Humberto Prado.