La última controversia a bordo de un avión comercial en Estados Unidos ha tenido un fatal desenlace. Un cachorro de bulldog francés ha muerto después de que la azafata de un avión de United Airlines obligara a su dueña a meterle en el compartimento superior antes de despegar, como si de cualquier otro bulto se tratara. El accidente ocurrió el lunes en un vuelo de cuatro horas entre Houston, Texas, y el aeropuerto de La Guardia de Nueva York.

"Las mascotas nunca deben viajar en el compartimento superior", ha admitido la portavoz de la compañía, Maggie Schmerin, que ha lamentado el "trágico accidente". "Asumimos toda la responsabilidad y expresamos nuestras más profundas condolencias a la familia".

La dueña del cachorro de diez meses viajaba con dos niños pequeños, uno de ellos bebé. Sentada justo detrás, la pasajera Maggie Gremminger ha asegurado que, pese a sus quejas, la azafata exigió que el perro, metido en su transportín, debía ir arriba. También ha relatado cómo podían oír los gemidos del perro durante el despegue y en otros momentos de turbulencias durante el vuelo. Hasta que se hizo el silencio.