La mujer embarazada que fue rescatada en una camilla tras el bombardeo ruso a un hospital infantil en Mariúpol y el bebé que llevaba en su vientre no consiguieron superar las heridas que sufrieron durante el ataque, según informó este lunes la agencia estadounidense Associated Press (AP).
La imagen de su evacuación dio la vuelta al mundo para mostrar que la ofensiva rusa no solo iba contra bases y objetivos militares, sino también contra civiles.
En la fotografía se podía apreciar cómo la madre sujetaba su vientre ensangrentado mientras era transportada a través de los escombros en los que quedó convertido el hospital infantil en Mariúpol. En el ataque murieron tres personas, entre ellas una niña, y resultaron heridas otras 17.
Según relata la agencia de noticias, la mujer tenía la pelvis aplastada y la cadera desencajada.
Los médicos intentaron rescatar al bebé mediante una cesárea, pero ya no mostraba "signos vitales", explicó el cirujano Timur Marin a Associated Press. Cuando se dio cuenta de que estaba perdiendo a su pequeño, la madre lanzó un ruego desesperado: "¡Mátenme ya!".
Los cirujanos intentaron por todos medios salvar a la mujer. "Más de 30 minutos de reanimación no dieron resultado. Ambos murieron", lamentó Marin. El desconsolado padre y marido fue a recoger los restos mortales al hospital. "Por lo menos alguien ha venido y no ha acabado en la fosa común de la ciudad", explicaron los médicos.