Se desconoce su nombre, ya que no puede ser revelado por razones legales. Sin embargo, para lo dramática que resulta ser su historia, lo cierto es que su identidad no tiene mayor relevancia.

Se trata del caso que afecta a una niña india, que con solo 10 años acaba de convertirse en madre. Según se informó hoy, la menor dio a luz mediante cesárea, en un hospital del norte del país.

Su hija pesó 2,2 kilogramos y ambas se encuentran "bien". "La cirugía estaba programada para hoy a las 9:00 horas locales (3:30 horas GMT) y la operación finalizó hacia las 10:45 horas locales (5:15 horas GMT).

Por el momento ambas, tanto la bebé como la madre, se encuentran bien", dijo el doctor Dasari Harish, director del comité encargado de tratar a la niña en un hospital de la ciudad de Chandigarh.

El médico agregó que la recién nacida llegó al mundo con alrededor de 36 semanas de gestación y que por ahora se encuentra en la unidad de cuidados intensivos. Sin embargo, insistió que todo apunta a que evolucionará favorablemente y que su estado de salud "es bueno".

La niña de 10 años quedó embarazada luego de ser violada en reiteradas oportunidades por su tío, quien se encuentra en prisión. Sus padres nunca le dijeron que esperaba un hijo, y prefirieron mentirle y decirle que tenía una piedra en el abdomen.

Así, la cesárea a la que fue sometida, supuestamente era la operación para extirpársela. Su hija, en tanto, será dada en adopción. En julio pasado, los padres de la niña acudieron al Tribunal Supremo de su país para solicitar autorización para que su hija pudiera abortar.

Sin embargo, la menor ya tenía más de 20 semanas de gestación -el plazo límite establecido por la legislación india para terminar con un embarazo-, por lo que la Justicia negó el permiso bajo el argumento de que el procedimiento sería demasiado peligroso para la madre.

Los magistrados que revisaron el caso de la niña, pidieron al fiscal general de la India, Ranjit Kumar, que estudie la creación de consejos médicos dedicados exclusivamente a tomar decisiones de forma rápida sobre peticiones de aborto.

India cuenta con un triste récord de agresiones sexuales a menores con 20.000 violaciones o agresiones sexuales en 2015, según las cifras del gobierno. Organizaciones de derechos humanos han advertido que las cifras son mucho mayores, ya que gran parte de las víctimas deciden no denunciar por miedo al estigma social, y a las represalias de familiares e incluso de la propia Policía.