A raíz de los reportes sobre los preparativos británicos ante una posible intervención militar en Siria, la Embajada de Rusia en Reino Unido ha negado que en los centros médicos sirios se hayan tratado pacientes con intoxicaciones tras el supuesto incidente con armas químicas que habría tenido lugar en la ciudad de Duma (Guta Oriental) el pasado 7 de abril.

"Los servicios rusos de seguridad química y radiológica visitaron el sitio del supuesto incidente y no encontraron rastros de sustancias químicas. No se encontraron personas tratadas por intoxicación química en hospitales locales", aseveró la Embajada a través de un comunicado.

La misión diplomática rusa ha expresado "preocupación" respecto a la decisión de Londres de "tomar acción" respecto al supuesto ataque del 7 de abril, que no ha sido comprobado. "Los preparativos se están realizando a pesar de la falta de pruebas", lamenta la Embajada.

 

La Administración de Theresa May ha denunciado que el Gobierno de Siria "tiene un historial de uso de armas químicas" y ha indicado que es "muy probable" que el Gobierno de Bashar al Assad sea el responsable de ese presunto ataque.

"Lo mismo que pasó en Jan Sheijun"

 

Al respecto de estas afirmaciones y de las supuestas pruebas de ese ataque que el presidente francés Emmanuel Macron afirma poseer, el embajador ruso en Londres, Alexánder Yakovenko, subraya que "él no estuvo ahí". "No presentó ninguna evidencia", enfatizó el diplomático este viernes en rueda de prensa, negando la veracidad de ese incidente.

"Los Cascos Blancos están siendo apoyados por el Gobierno británico. Les están dando dinero, y ellos son famosos por escenificar ataques químicos falsos. Es exactamente lo mismo que pasó en Jan Sheijun", señaló Yakovenko respecto a esa organización, que ha difundido videos supuestamente grabados en el lugar de los hechos.

En cuanto a la situación actual en Duma, Yakovenko ha informado que "la retirada de civiles y la evacuación de los militantes se están llevando a cabo de forma absolutamente transparente". Según el embajador, más de 37.000 rebeldes han abandonado la ciudad desde inicios de marzo.