Estados Unidos sufrió el jueves en la Asamblea General de la ONU una amplia condena a su decisión de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel, después de amenazar con represalias a los países que rechazaran su posición.
De los 193 estados que conforman la asamblea, 128 votaron a favor de la resolución y 9 en contra, mientras 35 países se abstuvieron y 21 no se presentaron en una sesión de emergencia que el presidente estadounidense, Donald Trump, había advertido que seguiría de cerca.
“Ciento veintiocho contra nueve, esto es un duro revés para Estados Unidos”, dijo a la AFP el embajador palestino ante la ONU, Riyad Mansur, al comentar el resultado.
Los que se sumaron a Estados Unidos e Israel para oponerse a la medida fueron Guatemala, Honduras, Togo, Micronesia, Nauru, Palau y las Islas Marshall.
El voto no es vinculante y el gobierno estadounidense ha dicho que no cambiará de parecer.
Poco antes de la votación, la embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Nikki Haley, había reiterado las amenazas financieras a los países que votaran a favor de condenar la decisión de Washington, asegurando que su gobierno “recordará este día”.