Uno de los principales funcionarios electorales de Venezuela, en una declaración que de seguro sacudirá a un país cansado de estar en crisis, dijo en una entrevista que no tenía pruebas de que el presidente autoritario o dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, ganara las elecciones del mes pasado.
Desde la votación del 28 de julio, gobiernos de todo el mundo han expresado escepticismo, e incluso incredulidad, sobre la victoria del presidente Nicolás Maduro. Pero la declaración de Juan Carlos Delpino —miembro del órgano gubernamental que anunció la victoria de Maduro— representa la primera crítica importante desde dentro del sistema electoral.
Hablando en una entrevista con un periodista por primera vez desde la votación, Delpino dijo “no recibí evidencia alguna” de que Maduro hubiera obtenido la mayoría de los votos.
Ni el organismo electoral ni Maduro han publicado recuentos que respalden las afirmaciones de que el presidente ganó la reelección, mientras que la oposición ha publicado hojas de recuento de miles de máquinas de votación que muestran que su candidato, Edmundo González, ganó por abrumadora mayoría.
Al declarar sin pruebas a Maduro como el ganador, el organismo electoral del país “le falló al país”, dijo Delpino. “Yo tengo vergüenza y pido disculpas a la población venezolana porque todo el plan que se tejió para tener unas elecciones aceptadas por todos no lo logré”.
Delpino, abogado y uno de los dos miembros del consejo electoral alineados con la oposición, habló desde la clandestinidad, temeroso de las reacciones del gobierno. En las últimas semanas, las fuerzas de seguridad de Maduro han acorralado a cualquiera que parezca dudar de su pretensión de permanecer otros seis años en el poder, y muchos venezolanos temen que sus fuerzas estén cruzando fronteras para perseguir a sus enemigos.
El Consejo Nacional Electoral, conocido en Venezuela como CNE, es el órgano de cinco miembros encargado de decidir el marco de las elecciones, así como de recibir y anunciar los resultados. Estas funciones le confieren un enorme poder.
Cuando la asamblea legislativa del país seleccionó a Delpino como miembro del consejo el pasado agosto, muchos en Venezuela lo vieron como un intento de darle un barniz de equilibrio y legitimidad.
En aquel momento, Delpino vivía en Estados Unidos y regresó a Venezuela para formar parte del consejo por sus “grandes niveles de compromiso” con el proceso democrático, dijo.
La mayoría del país creía que el consejo estaba controlado por Maduro. Sin embargo, Delpino, miembro de Acción Democrática, un partido de la oposición desde hace muchos años, dijo que aceptó formar parte del consejo porque creía que la “ruta electoral” era el camino para el cambio.
Una portavoz del Consejo Nacional Electoral no respondió a una solicitud de comentarios.
La votación de julio enfrentó a Maduro, cuyo movimiento de inspiración socialista lleva 25 años en el poder, con Edmundo González, un diplomático hasta entonces poco conocido que contaba con el respaldo de una popular líder de la oposición, María Corina Machado.
Apenas unas horas después del cierre de las urnas el día de las elecciones, el presidente del consejo electoral, Elvis Amoroso, miembro del partido de Maduro desde hace muchos años, proclamó vencedor a Maduro con apenas más de la mitad de los votos.
Esa misma noche, Delpino decidió dejar de participar en el consejo, dijo, y no apareció en la rueda de prensa en la que se anunció la victoria de Maduro.
Aunque Amoroso aún no ha presentado documentos que demuestren que Maduro ganó, la oposición recopiló el recuento impreso de más de 25.000 máquinas de votación el 28 de julio.
Esas 25.000 hojas de recuento —que representan más del 80% de todas las máquinas utilizadas el día de las elecciones— mostraban que González había obtenido el 67% de los votos. En las últimas semanas, la oposición ha publicado esos recuentos en su página web.
Delpino declinó decir si disponía de los datos de votación recibidos por el gobierno.
Pero en un mensaje que dijo que pensaba publicar en X después de su entrevista con el Times, Delpino citó una larga lista de irregularidades que lo llevaron a “una pérdida de confianza en la integridad del proceso y en los resultados anunciados”.