La Asamblea Nacional de Cuba convocó este sábado a sus homólogos del mundo a apoyar a la isla en su lucha contra el embargo económico que Estados Unidos mantiene sobre el país caribeño, una medida que según la isla ha causado pérdidas de 822.280 millones de dólares desde 1960.

 

En una extenso comunicado en el diario estatal Granma, la Asamblea pidió a parlamentarios de todas las naciones respaldar a sus cancillerías en el apoyo a la resolución contra el "bloqueo" estadounidense que Cuba presenta cada año ante Naciones Unidas, y que este 2017, será sometida a votación el próximo 1 de noviembre.

 

El Parlamento cubano reconoció que "se ha producido un retroceso en las relaciones bilaterales entre los Estados Unidos y Cuba" y que el Gobierno del presidente Donald Trump "ha decidido endurecer el cerco económico, comercial y financiero".

 

Para lograrlo, según indicó la Cámara, ha impuesto "nuevos obstáculos a las ya limitadas posibilidades de su empresariado para comerciar e invertir en Cuba y de restricciones adicionales a sus ciudadanos para viajar a nuestro país".

 

"Invitamos al Congreso de los Estados Unidos a atender el sentir mayoritario de amplios sectores de la sociedad estadounidense que abogan por el fin del 'bloqueo', y así poner fin a esta política anquilosada contra Cuba", indica el comunicado.

 

Cuba cifra en 822.280 millones de dólares los daños ocasionados por el embargo estadounidense, teniendo en cuenta la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional.

 

Desde 1992 Cuba ha presentado 25 proyectos de resolución ante la Asamblea General de la ONU para condenar el embargo de EE.UU, país que siempre votó en contra de dichas propuestas cubanas hasta el 2015.

 

La resolución del 2016 se aprobó el 26 de octubre con 191 votos a favor y, en esa ocasión, Estados Unidos por primera vez no votó en contra, sino que se abstuvo.

 

Estados Unidos y la isla restablecieron relaciones diplomáticas en julio de 2015 tras casi medio siglo de enemistad, ambas naciones entraron en un periodo de normalización interrumpido tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, y sus relaciones se han tensado aún más tras la denuncia estadounidense de que más de una veintena de sus diplomáticos y familiares de estos sufrieron supuestos "ataques" acústicos en Cuba entre 2016 y agosto de este año.

 

A raíz de esos incidentes, Washington decidió evacuar a más del 60 por ciento del personal de su embajada en La Habana y suspendió indefinidamente sus servicios consulares, a ello le siguió la expulsión, la semana pasada, de 15 de los 23 diplomáticos cubanos en Washington, una medida que la isla consideró "precipitada" por no haber pruebas concluyentes de la participación de Cuba en los incidentes.

 

El gobierno cubano ha negado estar detrás de los ataques o haberlos facilitado y defiende que cumple escrupulosamente con la Convención de Viena sobre protección al personal diplomático en su territorio.