Nicolás Maduro ha dicho que sus barcos están listos para intercambiar petróleo por vacunas contra el coronavirus. Ha asegurado además "tener los clientes para que nos compren el petróleo y dedicaría una parte de su producción para garantizar todas las vacunas que necesita Venezuela", dijo el presidente en una alocución televisada.

En ese sentido, ha mostrado que su idea prosperará. "Petróleo por vacunas, estamos listos", dijo, días después que su Gobierno rechazara las dosis suministradas por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), AstraZeneca, argumentando que las vacunas de ese laboratorio pudieran tener efectos secundarios.

Venezuela ha recibido 200.000 vacunas de Rusia, la Sputnik V, y 500.000 del laboratorio chino Sinopharm. El país sudamericano atraviesa en este momento su segunda ola de contagios.

En diciembre, Maduro dijo que para marzo habría 10 millones de personas vacunadas, gracias a un acuerdo con Rusia. Venezuela tiene más de 30 millones de habitantes y no existe un registro oficial de las personas que han recibido el tratamiento. Mientras tanto, los sanitarios exigen más celeridad en la aplicación de vacunas que se han visto ralentizadas, y a las que han tenido acceso importantes figuras del régimen, incluido el propio presidente y su esposa, Cilia Flores.

De acuerdo con el régimen venezolano, en su país se han contagiado más de 150.000 personas, mientras que unas 1.555 han muerto a causas vinculadas con el virus.

Ahora, Maduro ha planteado esta idea cuando también su producción de petróleo ha mermado, una crisis que achaca a Estados Unidos por las sanciones económicas impuestas. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), dijo que Venezuela produjo poco más de 500.000 barriles en febrero pasado, lo que significó un leve aumento en comparación con meses anteriores.

El Gobierno ha visto además limitado su acceso a cuentas estatales en el extranjero, con fondos bloqueados y bajo el control del líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado del país por Estados Unidos y por medio centenar de países.

Por lo tanto, Maduro ha insistido en su reclamación legal para desbloquear fondos con los cuales pagar las vacunas, entre ellas las del mecanismo Covax de la Organización Mundial de la Salud. «Es el primer recurso, la vía diplomática, política, judicial, hemos enviado cartas (...) para que la OPS reciba el dinero de las cuentas secuestradas de Venezuela y vengan las vacunas», apuntó.