En Uruguay, en medio de la pandemia del COVID-19, un juez condenó a un hombre que organizó una fiesta clandestina, a realizar servicio comunitario en un hospital local.
Según informa la Fiscalía, acordó con el imputado la aplicación de un proceso abreviado, el cual derivó en dicha condena.
El hombre fue condenado por el delito de desacato y por ello debía cumplir una pena de 6 meses de cárcel, sin embargo, tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía, se estableció la realización de servicios comunitarios en un hospital de la localidad de Playa Pascual, Ciudad del Plata.
El condenado deberá ejercer turnos de cuatro horas diarias por turno vespertino, tres días a la semana en el plazo de 6 meses.
Además, se establecieron otro tipo de condiciones como residir en un lugar determinado, presentarse una vez por semana en la comisaría correspondiente a su domicilio, no realizar fiestas que no estén habilitadas por el Ministerio de Salud.