Mike Pompeo, secretario de Estado estadounidense, de visita en Rusia, negó que su país quiera ir a la guerra con Irán, y pidió a Moscú que retire su apoyo al Presidente venezolano Nicolás Maduro.
El envío al Golfo por parte del gobierno estadounidense de Donald Trump de un portaaviones y bombarderos avivó la tensión con Irán y se ha convertido en otro tema de discordia con el Kremlin.
"En esencia no buscamos una guerra con Irán" dijo Pompeo en rueda de prensa conjunta con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, en Sochi, en el sur de Rusia, luego de tres horas de reunión que presidió a la que mantendría más tarde con el Presidente Vladimir Putin.
"Espero que impere el buen sentido", dijo Lavrov. "La región ya vive un exceso de tensión por los diferentes conflictos (...) Vamos a asegurarnos de que la situación no se degenera hasta un escenario militar".
"Llegó el momento de que se vaya Maduro" Pompeo y Lavrov abordaron también la situación de Venezuela, y el primero pidió que Moscú retire su apoyo, pero su llamamiento fue rechazado de plano.
"Llegó el momento de que Nicolás Maduro se vaya, no ha traído más que miseria al pueblo venezolano, y esperamos que el apoyo ruso a Maduro se termine", dijo Pompeo.
En respuesta, Lavrov denunció "las amenazas" estadounidenses a Maduro. En las últimas semanas, Rusia y Estados Unidos se acusaron mutuamente de injerencia en Venezuela, devastada por la crisis.
Moscú es un aliado esencial del Presidente Nicolás Maduro, mientras que Washington apoya al líder opositor Juan Guaidó. Rusia criticó el respaldo "irresponsable" de Estados Unidos al levantamiento militar fallido contra Maduro y Pompeo afirmó que el Presidente venezolano estaba dispuesto a abandonar el país pero que sus apoyos en Rusia lo habían disuadido de hacerlo.