Curiosas fueron las imágenes captadas el lunes en el Santuario de Loreto en Italia, donde varios feligreses se reunieron en una ceremonia oficiada por el Papa Francisco. Fue en esta ocasión cuando varios de los fieles intentaron acercarse al Pontífice y saludarlo de una forma distinta: besar el anillo que lleva en su poder como señal de respeto, pero se encontraron con una sorpresiva negativa. Como se aprecia en varios videos, cuando las personas se iban acercando al llamado Anillo del Pescador, el Papa retiraba su mano antes de que pudieran tocar el sagrado símbolo que solo utiliza el máximo representante de la Iglesia.
Según The Daily Mail, un ayudante del Vaticano no le dio mayor importancia a las imágenes, asegurando que "a veces le gusta y otras veces no. Es tan simple como eso". Ante el rechazo del Pontífice fueron variadas las reacciones en la Iglesia, donde algunos creían que se debía permitir la señal de respeto que los feligreses buscaron realizar. Por otro lado, se piensa que es una práctica añeja y que se usaba cuando al Papa se le coronaba como monarca.
El biógrafo papal y seguidor de Francisco Austen Ivereigh cree que con el gesto se está "asegurando que se comprometan con él, no que lo traten como una reliquia sagrada", según aseguró en su cuenta de Twitter, y agregó que el argentino es "vicario de Cristo, no un Emperador romano". Al mismo tiempo, el sacerdote jesuita Russell Pollit cree que el intento de besar el anillo es "ridículo y no tiene nada que ver con la tradición" y que es una "importación de las monarquías".
Mientras que Edward Pentin, corresponsal en Roma para el Registro Nacional Católico, dijo que el actuar del Pontífice es "algo que ha hecho con bastante frecuencia durante su pontificado, aunque no tan insistente como hoy". Por otro lado, el sacerdote católico Kevin Cusick cree que "es una gracia para los fieles poder mostrar respeto por el Papa al besar el anillo" y añadió que no "se trataba del Sumo Pontífice, sino de los fieles". La negativa de Francisco no es nueva en la máxima esfera eclesiástica. Anteriormente, se vio al Papa Benedicto XVI y a Juan Pablo II, negándose a que se besara el anillo.