El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó a su antecesor y candidato republicano, Donald Trump, como el “enemigo” de los sindicatos, buscando atraer el apoyo sindical para la vicepresidenta Kamala Harris en las elecciones del próximo 5 de noviembre. En un encendido discurso en Pittsburgh, Pensilvania, Biden destacó su gestión como una de las más favorables para la clase trabajadora en la historia del país.

Desde un centro sindical en Pittsburgh, ciudad de tradición obrera y ubicada en el estado clave de Pensilvania, Biden utilizó un tono severo para describir a Trump como un millonario que ha perjudicado a los trabajadores en el pasado y que, de ser reelegido, favorecería a las grandes corporaciones, debilitando la labor de los sindicatos. “Es un perdedor como candidato y, lo que es más importante para mí, es un perdedor como persona”, declaró Biden, en uno de los mensajes más duros contra su rival republicano.

Los sindicatos, tradicionalmente una fuente importante de apoyo para los demócratas, han experimentado un cambio desde la llegada de Trump a la política en 2016, con una parte del respaldo sindical inclinándose hacia él debido a sus políticas económicas de corte populista. Este cambio es evidente en la decisión del influyente sindicato Teamsters, que representa a conductores de carga y trabajadores de almacenes, de no respaldar a ningún candidato por primera vez en casi 30 años.

Kamala Harris, sin embargo, enfrenta retos para captar el voto de la base trabajadora blanca, especialmente en estados como Pensilvania. Biden, cuya popularidad entre los sindicatos sigue alta debido a sus políticas pro-trabajadores y sus orígenes en Scranton, Pensilvania, ha decidido intensificar su campaña en favor de Harris a pocos días de las elecciones.