El presidente de Perú, Martín Vizcarra, renovó a 11 de sus 18 ministros, entre ellos el de Salud, el segundo cambio al frente de esa cartera desde que irrumpió la pandemia de coronavirus en el país hace cuatro meses.
La salida del ministro de Salud, Víctor Zamora, es el cambio más notable, luego de ser criticado por su manejo de las cifras de víctimas del coronavirus en el país, el segundo con más casos de América Latina (más de 333.000), detrás de Brasil.
En momentos en que el número oficial de muertos por covid-19 asciende a 12.229, críticos de Zamora aseguran que los fallecimientos superan los 30.000.
En la reestructuración de su gabinete, Vizcarra sustituyó además al canciller Gustavo Meza-Cuadra por Mario López Chavarri, ambos diplomáticos de carrera.
Como nuevo ministro del Interior fue designado Jorge Montoya, un exjefe de la Fuerza Aérea, un nombramiento que puede implicar un giro en la lucha contra la delincuencia en el país.
"Luchar contra la pandemia hasta derrotar al virus, recuperación económica hasta que haya más trabajo e ingresos para los peruanos", son los objetivos de este gabinete, dijo Vizcarra tras en una ceremonia en el Palacio de Gobierno en la que juramentaron los nuevos ministros.
En cambio, Vizcarra ratificó en el cargo a la ministra de Economía, María Antonieta Alva, arquitecta de un plan de reactivación que busca sacar de cuidados intensivos a la economía.
Tres ministros de salud
Pilar Mazzetti, flamante ministra de Salud, es la tercera en ocupar el cargo desde que la pandemia llegó a Perú en marzo.
Esta reconocida neuróloga y exministra ha encabezado hasta ahora el comando covid-19 que asesora al gobierno en la lucha contra el virus. Su experiencia al frente del ministerio de Salud fue en la administración de Alejandro Toledo (2001-2006), y fue ministra del Interior durante el gobierno de Alan García (2006-2011).
Zamora había asumido el cargo el 21 de marzo en lugar de Elizabeth Hinostroza, una semana después de que Perú pusiese en marcha un confinamiento nacional obligatorio que duró hasta el 30 de junio.
Además, Vizcarra designó como primer ministro a Pedro Cateriano, un abogado liberal que ya ocupó esa posición durante el gobierno de Ollanta Humala (2011-2016), y sucede a Vicente Zeballos, en el cargo desde el 30 de septiembre de 2019.
El recambio en el gabinete coincidió con la caída de cinco puntos porcentuales en la aprobación de Vizcarra, que se ubicó en 65% en julio, según sondeo de Ipsos difundido por el diario El Comercio.
Dos ministras asumieron el cargo de manera virtual, una de ellas, la titular de Comercio Rocío Barrios, recluida en su casa en cuarentena, contagiada de covid-19.
"Lograr consensos"
El nuevo gabinete "va a tener la gran posibilidad de lograr consensos y mantener puentes de diálogo que serán fundamentales", dijo a la radio RPP el presidente del Congreso, Manuel Merino.
Las relaciones entre el congreso y el gobierno han estado marcadas por una constante crispación desde que estalló la pandemia. Vizcarra carece de bancada y de partido.
La líder opositora, Keiko Fujimori, saludó los cambios a través de Twitter: "Era urgente que hubiera cambios. Este nuevo gabinete es una oportunidad para corregir errores. No es momento de detenernos en diferencias políticas. Esperamos que este nuevo equipo tenga éxito, porque de su gestión depende la vida y la economía de todos los peruanos", escribió Keiko, hija del expresidente Alberto Fujimori.
La economía de Perú está en retroceso: el PIB de Perú cedió enero y mayo un 17,29%, según el Instituto Nacional de Estadísticas.