El presidente de Perú, Pedro Castillo, designó este miércoles como jefa de gabinete a la activista ambientalista y de derechos humanos Mirtha Vásquez, en un giro hacia el ala moderada de la tácita coalición izquierdista que lo respalda en el gobierno.
Castillo tomó juramento a Vásquez, una abogada de 46 años y expresidenta del Congreso, durante una ceremonia en Palacio de Gobierno transmitida por la televisora estatal. Ella reemplaza a Guido Bellido, del ala dura del gobierno, a quien el mandatario le pidió la renuncia horas antes.
“Por Dios, por este país de mujeres y hombres que todos los días luchan por vivir con dignidad, sin discriminación, y que promueven reales cambios, ¡Sí, juro!”, dijo la nueva jefa del gabinete ministerial.
Además de Vásquez, el presidente peruano juramentó a los otros 18 ministros integrantes del nuevo gabinete, entre los cuales ratificó a los titulares de Economía, Pedro Francke, y el canciller Oscar Maúrtua.
Del total de 19 ministros que componen el gabinete, hay siete nuevos y los 12 restantes fueron ratificados.
Vásquez reemplaza a Guido Bellido, un ingeniero sin experiencia política de 41 años y figura del ala dura del oficialista marxistaleninista Perú Libre, que estaba envuelto en una confrontación verbal con el Congreso, dominado por la derecha.
El gabinete de Castillo pasó a tener cinco mujeres en lugar de las dos que tenía el saliente que dirigió Bellido, a quien se cuestionaba por posiciones y expresiones misóginas y machistas.
La nueva primer ministro dignataria dirigió el Congreso entre noviembre de 2020 y julio de 2021 durante el gobierno del presidente interino Francisco Sagasti. Era entonces parlamentaria del izquierdista Frente Amplio.
En el gobierno izquierdista confluyen integrantes del radical Perú Libre, del moderado Juntos por el Perú y sindicalistas del gremio magisterial que dirigía Castillo, entre las fuerzas más notorias.
Castillo asumió el gobierno el 28 de julio por un período de cinco años en medio de la esperanza de millares de compatriotas, pero también inquietud de buena parte de los peruanos temerosos de un brusco giro hacia el socialismo tras décadas de políticas liberales