El Presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, pidió "una respuesta mundial firme" y no solo una condena, tras el sangriento bombardeo el viernes de una estación de tren en Kramatorsk, en el este de Ucrania, donde numerosos civiles trataban de huir de una inminente operación rusa de gran envergadura.
"Es otro crimen de guerra de Rusia por el que alguno de los implicados deberá hacerse responsable", dijo Zelenski en un mensaje de video tras el ataque con misil que mató el viernes a 52 personas, incluidos cinco niños.
"Las potencias mundiales ya han condenado el ataque de Rusia contra Kramatorsk. Esperamos una respuesta mundial firme contra este crimen de guerra", añadió.
El Presidente estadounidense, Joe Biden, denunció una "horrible atrocidad" de Moscú que, por su parte, negó su implicación en el ataque, asegurando que no disponía del tipo de misil usado y que el bombardeo había sido una "provocación" ucraniana.
Sin embargo, un alto responsable de Defensa estadounidense señaló que los rusos "notificaron inicialmente un ataque exitoso" y que "se retractaron únicamente tras informaciones sobre víctimas civiles".
De hecho, el Ministerio ruso de Defensa había informado el viernes de la destrucción con misiles de alta precisión de "armamentos y otros equipos militares en las estaciones de Pokrovsk, Sloviansk y Barbinkove", localidades cerca de Kramatorsk, la "capital" de la parte del Donbás que todavía está bajo control de Kiev.