La vacuna rusa contra el COVID-19 podría llegar a Argentina antes del término de este año, según informaron las autoridades trasandinas.
Incluso sería el mismo presidente Alberto Fernández quien participaría de las primeras vacunaciones, con el fin de demostrar la seguridad de estas y dar confianza a la población.
“Para sacarle las dudas a todos, cuando esa vacuna esté aquí el primero que se la va a poner soy yo, porque no tengo ninguna duda de la calidad de la vacuna”, dijo el mandatario trasandino.
Fue de esta manera que el gobierno de Argentina definió que Sputnik V será la primera dosis contra el coronavirus en pisar su territorio, aunque no la única. “Hemos firmado suscrito el contrato con el fondo soberano de la federación Rusa que nos garantiza la provisión de vacunas para la Argentina“, añadió Fernández.
El acuerdo incluiría 600 mil dosis para 300 mil personas antes de fin de año, y otra remesa para diez millones más entre enero y febrero.
Ahora bien, el producto del Instituto Gamaleya, con sede en Moscú, aún no recibe la aprobación de los organismos argentinos para comenzar la inoculación de la población. Con el fin de acelerar dicho proceso, enviaron una delegación de miembros del Ministerio de Salud de Argentina.
Además de Sputnik V, Argentina ha negociado vacunas con Pfizer, AstraZeneca, Janssen, Sinopharm y las de la iniciativa Covax, las que aún están a la espera.