Foto: Erling Haaland y jugadores de Noruega protestaron contra Qatar 2022
Desde la elección en 2010 de Qatar como sede del Mundial de Fútbol 2022, numerosas críticas han surgido sobre la situación de los derechos humanos en el país, especialmente en lo referido a las mujeres, los miembros del colectivo LGBT y los trabajadores migrantes.
¿Pero qué ha dicho la FIFA sobre estas críticas?
Qatar es uno de los 70 países en el mundo donde están criminalizadas las relaciones sexuales entre personas del mismo género, de acuerdo con Amnistía Internacional.
En el país se aplican penas de hasta siete años de prisión por violación de los artículo 285 y 296 del código penal, referidos a estas relaciones.
De acuerdo con Human Rights Watch, hay reportes de miembros de la comunidad LGBTQ arrestados por su actividad online, y el Gobierno censura regularmente contenidos relacionados con identidad de género y orientación sexual.
En preparación para el Mundial, el Gobierno de Qatar ha dicho que aceptará con "tolerancia" a turistas que pertenezcan a la comunidad LGBTQ y que no coartará su expresión. Pero hay dudas sobre cómo se tratará, al mismo tiempo, a los ciudadanos qataríes.
Las mujeres en Qatar, como en otro países del golfo Pérsico donde el islam es la religión oficial, se enfrentan a numerosas discriminaciones asentadas tanto en la ley como en la práctica, según Amnistía Internacional.
Bajo el sistema de tutela masculina, las mujeres siguen subordinadas a sus guardianes (padre, esposo, hermano, etc.) y deben pedirles permiso para decisiones importantes como casarse, estudiar o trabajar.
También, para acceder tratamientos de salud reproductiva y controles ginecológicos básicos como las pruebas de Papanicolaou, y es más difícil para ellas divorciarse, y aún más obtener la tutela sobre los hijos tras un divorcio.
Como otras monarquías del golfo Pérsico, Qatar ha hecho un uso extensivo de mano de obra migrante en las últimas décadas, y especialmente para la construcción de los estadios de fútbol para su uso en el Mundial.
El país ha quedado bajo escrutinio mundial luego de que se reportaran miles de muertes entre los trabajadores migrantes, que suelen venir de algunos de los países más pobres del mundo para hacer tareas peligrosas, bajo el calor extremo y por bajos salarios. Amnistía Internacional ha incluso pedido que la FIFA destine US$ 440 millones para compensar a los trabajadores migrantes.
Según el periódico británico The Guardian, la cifra podría ascender a 6.500 trabajadores muertos desde 2010, cuando Qatar fue elegido sede del mundial 2022. CNN no ha podido verificar esta cifra, y el Gobierno de Qatar ha rechazado categóricamente la acusación.
"Esto es algo que debe quedar absolutamente claro. Absolutamente claro. El número de víctimas mortales en los estadios de la Copa del Mundo que están relacionadas con el trabajo son tres víctimas mortales. Hay algo más de 30 víctimas mortales que no están relacionadas con el trabajo", dijo Nasser al Khatel, jefe ejecutivo del comité que organiza el Mundial en Qatar.
Los funcionarios qataríes han rebatido con firmeza las acusaciones de abusos de los derechos de los trabajadores en declaraciones anteriores.
En un informe de 2021 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) afirmó que al menos 50 trabajadores de Qatar murieron en 2020, y declaró que el país no estaba investigando adecuadamente estas muertes en el lugar de trabajo.
La FIFA no se ha pronunciado repetidas veces sobre las violaciones de derechos humanos que afectan a mujeres y al colectivo LGBT, a pesar de que la organización dice que "asume su responsabilidad de respetar los derechos humanos en todas sus operaciones y relaciones".
En el artículo 3 de su estatuto, la "FIFA se compromete a respetar todos los derechos humanos reconocidos internacionalmente y se esforzará por promover la protección de estos derechos".
Pero este año, tras conocerse que solo 33 de los 69 hoteles en la lista oficial estaban dispuestos a recibir parejas del mismo sexo sin restricciones, la FIFA advirtió que rescindiría los contratos de los establecimientos que realizaran este tipo de discriminación, según Human Rights Watch.
Sobre la situación de los trabajadores migrantes, en cambio, la FIFA se ha expresado en varias ocasiones. En mayo dijo que estaba "evaluando actualmente el programa propuesto por Amnistía Internacional", pero que el informe abarcaba "una amplia gama de infraestructuras públicas no específicas de la Copa del Mundo construidas desde 2010". Además, destacó los avances de Qatar.
"Cuando las empresas que trabajan en relación con la Copa Mundial de la FIFA incumplen sus obligaciones, la FIFA y el Comité de Vigilancia trabajan para garantizar que el mal sea reparado por la entidad que causó el impacto, normalmente la empresa que emplea al respectivo trabajador", dijo un portavoz de la FIFA en una declaración a CNN.
Gianni Infantino, presidente de la FIFA, dijo en aquel momento que "cuando se trata de la construcción de los estadios de la Copa del Mundo —estamos investigando todos estos asuntos con entidades externas—, en realidad son tres las personas que murieron".
"Cuando se da trabajo a alguien, incluso en condiciones duras, se le da dignidad y orgullo. No es caridad, no se hace caridad. No le das algo a alguien y le dices: 'Vale, quédate donde estás. Me siento bien porque puedo darte algo'".
En noviembre de 2021, Infantino había dicho además que veía "la gran evolución que se ha producido en Qatar, que ha sido reconocida —no por la FIFA— sino por los sindicatos de todo el mundo, por las organizaciones internacionales".
"Por supuesto, hay que hacer más; obviamente, es un proceso. Creo que podemos decir que sin la Copa del Mundo y... sin el foco de atención de la Copa del Mundo, todo el proceso habría llevado mucho más tiempo".