Oh I'm just counting

Record histórico; Gobierno de EE.UU. llega a los 22 días de paralización parcial

Veintidós días. El número tan temido semanas atrás finalmente llegó. Las continuas disputas entre el Presidente Donald Trump con la oposición demócrata -por la aprobación presupuestaria para financiar el muro con México- han provocado que se supere el registro histórico en que el Gobierno federal estadounidense se ha mantenido cerrado, mientras aún no se ve una pronta solución.

De hecho, dentro del país norteamericano no se muestran optimistas con un posible fin del "shutdown", ya que el conflicto por los 5.700 millones de dólares que pide el Mandatario para su gran proyecto podría seguir en aumento. Desde antes de que asumiera en el poder, Donald Trump, manifestaba su intención de construir un muro fronterizo de gran envergadura, para así evitar el tráfico de drogas o la entrada de inmigrantes ilegales: "Es cierto, cuando México envía a su gente, no están enviando a lo mejor, sino a personas que tienen muchos problemas y nos están trayendo eso a nosotros. Construiré un gran gran muro en nuestra frontera sur y haré que México lo pague", aseguró cuando oficializó su campaña.

De todos modos, muchos no creían posible que se concretara tal anuncio y, de hecho, ponían en duda de que Trump resultara electo. Esta situación finalmente pasó, con el candidato republicano derrotando a la demócrata Hillary Clinton en noviembre de 2016, con 304 votos electorales en desmedro de los 227 de su rival.

De ahí en adelante, prosiguiendo con su asunción, hizo de manifiesto que haría cumplir su promesa estelar: el muro fronterizo que tiene al país, en estos momentos, entramados en el cierre parcial más importante de su historia. Este hecho sólo se compara al ocurrido en 1995, cuando el entonces Presidente Bill Clinton decidió tomar la medida por las diferencias que tenía con el presidente de la Cámara Newt Gingrich, acerca de diferencias monetarias con respecto a programas de salud estadounidense. El corte cesó 21 días después.

Y no se ve probable que esto se acerque a su fin. La recientemente electa presidenta de la Cámara de los Representantes, Nancy Pelosi, dentro de sus primeras declaraciones ya mencionó que no dará su brazo a torcer y no pagarán por el proyecto: "No habrá nada para el muro. (Trump) No tiene la capacidad de persuasión como para que queramos hacer algo que no será eficaz y costará millones de dolares".

Esto se da en el contexto de las sucesivas reuniones entre Trump y dirigentes de la oposición, la última de las cuales abandonó en la mitad, por considerarla "una pérdida de tiempo". De hecho, el Mandatario demostró no temblarle la mano, asegurando que está dispuesto a mantener cerrado el Gobierno federal durante "meses o años".

Dentro de sus últimas actividades, el Presidente Trump viajó el jueves a la localidad de McAllen -en la frontera con México- para defender su cuestionada propuesta, mientras que responsabilizó a la oposición demócrata por lo que ocurre: "Todos queremos un muro o una barrera porque esto va a hacer que su trabajo (de la policía fronteriza) sea mucho más fácil", dijo, aludiendo a la relación que el Mandatario hace entre la inmigración y el narcotráfico.

 El lamentable registro no deja de ser otro dolor de cabeza para quienes trabajan para el Gobierno. Son 800 mil -de un total de 2,1 millones- las personas afectadas, todos empleados federales, que han visto su situación económica afectada.
Este cierre parcial los mantiene en vilo, para que así puedan obtener sus regulares remuneraciones.

De hecho, el representante sindical de la Oficina de Prisiones, Eric Young, lo manifiesta: "Muchos de nuestros profesionales son madres solteras que se ven obligados a trabajar sin paga, y aún tienen la responsabilidad de pagar por el cuidado de los niños y otros gastos".

En este sentido, según lo relata Young, la falta de personas encargadas de la seguridad en prisiones ha provocado que esos puestos sean utilizados por empleados de otros rubros, donde menciona que "secretarias, cocineros y maestros" estarían ocupando estos cargos, dejando en claro que ante cualquiera situación que afecte a sus vidas "la sangre estará en sus manos", manifestando un lema que ya se hace popular entre los afectados "dejen de jugar con nuestras vidas".

El día número 22 está cumplido y es historia. Aún falta para esperar una resolución entre ambas partes, aunque se avizora un futuro complejo, mientras Donald Trump y la oposición mantienen sus posturas.