El proceso electoral en Argentina se encamina a la polarización entre la coalición opositora del kirchnerismo y otras fuerzas del peronismo que enfrentará a la alianza ampliada que postula la reelección del Presidente liberal Mauricio Macri en los comicios de octubre.
Hoy venció el plazo para inscribir partidos y frentes y el último enigma a ser desentrañado era cómo se llamaría la unión de las fuerzas de la expresidenta peronista de centroizquierda Cristina Fernández de Kirchner con las del Frente Renovador de un exjefe de gabinete suyo, el centrista Sergio Massa, hasta hace poco un peronista antikirchnerista que buscaba presentar su candidatura presidencial. Finalmente, fue bautizado como “Frente de Todos”.
Macri causó un impacto el martes al elegir como compañero de fórmula a un peronista, el senador Miguel Ángel Pichetto, en una jugada que implicó ampliar la agrupación oficialista Cambiemos, cuyo nuevo nombre será Juntos por el Cambio.
“Macri ha sorprendido. Pichetto no le va a agregar votos ni sacar. Pero tiene mucha experiencia en la política y capacidad de diálogo con gobernadores y legisladores. Es un hombre para la gobernabilidad sobre todo para después de las elecciones si el oficialismo gana”, dijo a AFP el analista y consultor Ricardo Rouvier.
La reacción de los mercados a la fórmula Macri-Pichetto fue favorable por segundo día consecutivo, con un repunte de 6,22% en el índice principal, tras subir 5,02% el martes.