El economista negó haber actuado con un sesgo político contra el Gobierno de Michelle Bachelet desde el Banco Mundial, a pesar de que autoridades de ese organismo reconocen la intencionalidad de favorecer al exmandatario y perjudicar a Bachelet, a quien pidieron perdón.
"Todo el proceso se llevó a cabo en un contexto de transparencia y apertura", dijo el acusado malabarista de las cifras que dañaron al pueblo de Chile y al gobierno, al disminuir la inversión extranjera por falta de seguridad al bajar la calificación del país.
López-Claros fue sindicado en el reportaje de The Wall Street Journal como el responsable de la manipulación del ranking de competitividad "Doing Business", en perjuicio de Chile durante el Gobierno de Michelle Bachelet.
El Mercurio, obvio
Naturalmente fue entrevistado por El Mercurio donde negó eventuales vinculaciones con el Presidente electo, Sebastián Piñera, sobre quien dijo "No lo conozco". No negó vínculos con la derecha ni haber participado de su comando presidencial.
López-Cantos -que es de nacionalidad boliviana, y no chilena, como se comentó en un primer momento - negó haber actuado con un sesgo político en contra de la Mandataria socialista. ¡Se tratará de un “error involuntario”, de esos a que nos tiene acostumbrado la derecha?
Eso sí confesó que los indicadores del "Doing Business" han estado sujetos a cambios sustanciales de metodología durante los últimos años, pero afirmó que estas modificaciones fueron consultadas dentro y fuera del Banco Mundial, lo que le llevó a asegurar que "todo el proceso se llevó a cabo en un contexto de transparencia y apertura".
"Entre 2014 a 2017 Chile introdujo un total de dos reformas, mientras que México introdujo ocho y Colombia seis", dijo a modo de explicación.
"error involuntario"
Añadió que en el último informe publicado, nuestro país perdió varios lugares debido a la introducción de una dimensión de género: "La legislación chilena tiene una serie de características que incorporan varias restricciones contra las mujeres", indicó.
"Los rangos de Chile en los últimos años se han reducido por los motivos descritos anteriormente. Ningún otro", afirmó.
Hay que recordar que el jefe del Banco Mundial, Paul Romer, dijo que la alteración del ránking de competitividad del organismo para Chile, ejecutada por Augusto López-Claros, perjudicó la gestión en materia económica de Michelle Bachelet y que la intencionalidad tras el atentado fue de carácter política.
También afirmó que durante la administración Piñera se arreglaron las cifras para aparecer favoreciéndole y que durante la administración de la Presidenta Bachelet estás se volvieron a modificar en perjuicio del gobierno.
Los efectos inmediatos son provocar desconfianza en los inversionistas que disminuyen sus negocios en Chile lo que redunda en menos empleos, más vulnerabilidad, etcétera. Por eso se pidió perdón desde el Banco Mundial, entidad que no lo haría de no ser cierto, por las repercusiones en su contra en cuanto credibilidad.
Además los vínculos con la derecha chilena, entre ellos Cristián Larroulet y Felipe Larraín, el comando de Piñera y los círculos de la UDD, cuna de la UDI están documentados, incluso gráficamente. (La foto es elocuente: Ernesto Amorós, Eugenio Guzmán, Sergio Hernández, Cristián Larroulet, Augusto López-Claros y Cristián Echeverría).
Indesmentible
La intencionalidad política la reconoció el propio economista jefe del Banco Mundial, Paul Romer, quien anunció una revisión y corrección de los ranking del informe "Doing Business" de los últimos cuatro años, cuyos "repetidos cambios de metodología" perjudicaron de manera "injusta y engañosa" a Chile, dijo.
Romer reconoció a The Wall Street Journal que dichos cambios a la metodología "tienen la apariencia de haber estado motivados políticamente", pues en el aspecto objetivo, "basados en las cosas que estábamos midiendo antes, las condiciones empresariales de Chile no empeoraron durante la administración Bachelet".