Los salvavidas alertaron que el aumento en el número de niños ahogados este verano en Alemania se debe a la adicción de sus padres a los celulares, informa The Guardian.
La Asociación Alemana de Socorristas (DLRG, por sus siglas en alemán), la organización más grande de este sector, ha registrado ya más de 300 casos de inmersión en el país en lo que va de año, entre ellos, los de 20 niños menores de 15 años y 40 jóvenes de entre 16 y 25 años.
Según la organización, la excesiva atención que los padres prestan a sus teléfonos contribuye al aumento del número de niños ahogados.
Peter Harzheim, portavoz de la Federación de Supervisores de Piscinas expresó su preocupación acerca de que "la gente se piensa que la piscina es como una guardería y no presta atención", criticando que, hoy en día, "los padres se obsesionan con sus teléfonos inteligentes y no miran ni a izquierda ni a derecha, y mucho menos prestan atención a sus hijos".
Por su parte, Achim Wiese, portavoz de la DLRG, lamentó que "muy pocos padres y abuelos siguen el consejo: cuando sus hijos y nietos estén en el agua, dejen sus celulares a un lado".
Sin embargo, la adicción al teléfono no es la única razón por la que el número de ahogados ha aumentado. Los salvavidas también han culpado de ello al sistema escolar por no dar clases de natación obligatorias a los niños desde una edad temprana. Asimismo, denuncian, los recortes presupuestarios también han llevado a que las piscinas reduzcan sus horarios de apertura.
La DLRG advirtió que, debido a estos dos motivos, Alemania corre el peligro de convertirse en un país de gente que no sabe nadar. "Como resultado, muchas personas carecen del conocimiento correcto sobre cómo comportarse en el agua", resume Axel Dietrich, otro representante de la organización.