El fiscal especial Jack Smith, quien lidera la investigación sobre el manejo de documentos clasificados, acusó al expresidente Donald Trump de cargos adicionales.
Los fiscales sostienen en la acusación actualizada que dos empleados de Trump, Walt Nauta y Carlos De Oliveira, intentaron borrar videos de seguridad en el resort de Mar-a-Lago en Florida, después de que el Departamento de Justicia emitiera una orden para acceder a la imágenes.
De Oliveira le dijo al director de tecnología del resort, “que ‘el jefe’ quería que se borrara el servidor”, según la acusación.
A los 37 cargos penales que ya enfrenta Trump se le suma un cargo adicional de retención deliberada de información de defensa nacional y dos cargos adicionales de obstrucción.
Trump fue acusado de retener deliberadamente un documento de alto secreto sobre posibles planes de ataque de Irán, que discutió con biógrafos durante una reunión grabada en Bedminster, Nueva Jersey, en julio de 2021, según la acusación.
Los fiscales dicen que el documento fue una “presentación sobre la actividad militar en un país extranjero” y que Trump “se lo mostró” a los biógrafos durante la reunión.
También se presentaron nuevos cargos contra Nauta y Carlos De Oliveira, trabajador de mantenimiento de Mar-a-Lago, fue sumado al caso como tercer acusado. A De Oliveira, de 56 años, lo señalan de mentirle al FBI sobre haber movido cajas en el resort.
Trump y Nauta, acusados previamente a principios de junio, se han declarado inocentes de los cargos.
¿Cómo afrontará Trump los cargos por mal manejo de documentos clasificados que le imputan?
De Oliveira fue el trabajador de mantenimiento que ayudó a Nauta a mover las cajas de documentos clasificados por Mar-a-Lago, después de que el Departamento de Justicia citara inicialmente a Trump por el caso en mayo pasado.
CNN reportó anteriormente que las imágenes de vigilancia entregadas al Departamento de Justicia mostraban a Nauta y De Oliveira moviendo cajas de documentos por el complejo, incluso en una sala de almacenamiento justo antes de que el abogado de Trump Evan Corcoran buscara documentos clasificados.
Funcionarios del Departamento de Justicia llegaron a Mar-a-Lago el día después de la búsqueda de Corcoran, y el abogado entregó 38 documentos clasificados que había encontrado. Sin embargo, el FBI recuperó más de 100 documentos clasificados adicionales cuando registró Mar-a-Lago en agosto, tanto en el depósito como en la oficina de Trump.
Posteriormente, el Departamento de Justicia dijo ante la corte que cree que "los registros gubernamentales probablemente se ocultaron y se eliminaron de la sala de almacenamiento".
De Oliveira habló con los investigadores a principios de este año y le confiscaron su teléfono.
John Irving, abogado defensor de De Oliveira, se negó a comentar.
Irving hace parte de los abogados cuyo bufete recibió casi US$ 200.000 en pagos por servicios legales del PAC Save America de Donald Trump. De Oliveira fue citado para comparecer a las 10:30 a m. (hora de Miami) del 31 de julio en un tribunal federal de Miami.
En un comunicado, un portavoz de Trump calificó los cargos de “nada más que un continuo intento desesperado y agitado de la familia criminal Biden y su Departamento de Justicia para hostigar al presidente Trump y a quienes lo rodean”.
El abogado de Nauta se negó a comentar.
Por otro lado, los abogados defensores de Trump se reunieron con el fiscal especial Smith este jueves en la ciudad de Washington para discutir la investigación sobre los intentos por anular las elecciones presidenciales de 2020.
El equipo legal de Trump se reúne con el fiscal especial mientras la acusación federal parece acercarse
No se dio ninguna información al equipo de Trump sobre el momento de una posible acusación, dijeron a CNN fuentes familiarizadas con el asunto.
El jurado investigador en Washington continúa escuchando evidencia de la investigación del fiscal especial sobre los intentos de subversión electoral de Trump y sus asistentes.