Seis presos de la cárcel de Módena (norte de Italia) murieron en medio de una revuelta surgida como protesta por las restricciones por la crisis del coronavirus, mientras se extienden los motines en otras prisiones del país, como Milán. La magistratura investiga ya la causa de las muertes aunque no se cree que estén vinculadas a la violencia del motín en sí, sino al abuso se estupefacientes durante el desconcierto de las protestas.
Al menos tres de los reclusos murieron tras saquear la enfermería de la cárcel de Módena ayer domingo, mientras que de los otros tres aún debe esclarecerse la causa, explicaron a Efe fuentes del sindicato Coordinación Nacional de la Policía Penitenciaria (CNPP).
Desde el Ministerio de Justicia confirmaron también esta tesis, pues dos cadáveres no presentaban "señales de lesiones físicas" y el otro de cianosis, coloración negruzca de la piel por problemas circulatorios.
La cárcel ha sido hoy vaciada para las pesquisas y los presos han sido trasladados a otras instalaciones. El motín en Módena comenzó contra las restricciones en el régimen de visitas impuestas por el Gobierno italiano para tratar de contener la propagación del coronavirus, que ya suma en Italia 366 muertos y 6.387 contagiados, sobre todo en el norte del país.