El infortunio se ceba con Indonesia. Apenas un mes después de que un terremoto y un tsunami dejaran más de 1.500 muertos en la isla de Célebes, un avión de la compañía Lion Air se ha estrellado en el mar de Java con 189 personas a bordo. Horas después del siniestro, la Agencia Nacional de Rescate (Basarnas) ha publicado imágenes de varias bolsas con restos de los primeros cadáveres hallados en la zona del accidente, lo que aleja las esperanzas de encontrar supervivientes. Según información del diario El País de España.
Solo podía esperarse un “milagro”, había anticipado un portavoz de Basarnas, Nugroho Budi Wriyanto, cuando aún no se había hallado ningún cadáver, según recoge el diario “Jakarta Post”. La agencia sospecha que muchos cuerpos todavía estén atrapados dentro del fuselaje del avión, y no prevén encontrar supervivientes. El operativo estará activo 24 horas ya que los barcos podrán continuar trabajando de noche.
El portavoz de los equipos de emergencia, Sutopo Purwo Nugroho, ha mostrado en su cuenta de Twitter los primeros escombros encontrados: partes del fuselaje, asientos del interior o efectos personales de las víctimas, entre otros objetos. Los equipos de rescate se afanan asimismo en buscar la caja negra del aparato para que ayude a determinar la causa de lo ocurrido.
El presidente indonesio, Joko Widodo –Jokowi-, aseguró desde Bali, donde se encontraba de visita oficial, que los servicios de rescate “están haciendo todo lo que pueden por localizar a las víctimas. No paro de rezar para que sean halladas inmediatamente”, señaló el mandatario, que pidió a las familias que tengan paciencia mientras esperan noticias.
Pero la paciencia a la que instaba Jokowi no es tarea fácil para los seres queridos de los pasajeros del vuelo JT 610. Putri (identificada solo por su nombre de pila, como muchos indonesios) espera ansiosamente saber algo de su marido e hijo de cuatro años en el aeropuerto de Bangka-Belitung, al que se dirigía el avión siniestrado. Habían ido a Yakarta el fin de semana para ver al equipo nacional de fútbol competir contra Japón el domingo. “Solo espero que estén a salvo”, imploraba Putri, embarazada de su tercer bebé, según recoge el diario “Jakarta Post”.
El vuelo JT 610 había partido a las 6.20 de la mañana, hora local del lunes (23.20 GMT del domingo) con 189 personas a bordo, y su aterrizaje en Pangkal Pinang (isla de Bangka), enclave con abundantes minas de estaño del país, se esperaba apenas una hora después, a las 7.20 am (00.20 GMT).
El avión, un Boeing 737 MAX 8 de la compañía indonesia Lion Air (la mayor aerolínea privada del país), había sido estrenado el pasado julio, según la página web airfleets.com. La aeronave perdió contacto con la torre de control 13 minutos después de despegar de la capital, Yakarta.
“Se ha confirmado que el avión se ha estrellado en aguas próximas a Tanjung Kerawang (Java Occidental)”, aseguró Erzaldi Rosman, un portavoz del gobierno local, según la agencia de noticias indonesia Antara. Tras despegar en dirección suroeste, el avión giró hacia el sur y luego hacia el noroeste, indica el portal de seguimiento de vuelos Flightradar. Antes de desaparecer del radar, el avión había pedido permiso para regresar a Yakarta debido a causas que se desconocen.