La calificadora de riesgo estadounidense Standard & Poor's volvió a bajar la nota de Argentina y la ubicó en situación de "default selectivo", al mismo nivel de lo que vivió en 2014.
La nueva calificación se conoce al día siguiente de que el gobierno de Mauricio Macri reestructurara unilateralmente los plazos para el pago de las deudas por no contar con la liquidez necesaria para poder afrontar los vencimientos hasta fin de año.
"Tras la incapacidad de continuar colocando títulos de corto plazo con el sector privado, el gobierno argentino extendió unilateralmente el vencimiento de todos los documentos a corto plazo", explicó la agencia.
"Las mayores vulnerabilidades del perfil crediticio de Argentina provienen del entorno financiero que se deteriora rápidamente, la falta de confianza en los mercados financieros acerca de las iniciativas políticas bajo la próxima administración (las elecciones no son hasta octubre) y la incapacidad del Tesoro de financiarse a corto plazo con el sector privado", sentenció la calificadora.
El viernes 16 de agosto, luego de que se desarrollaran las elecciones primarias en Argentina (PASO), el país vecino ya había sido degradado por dos de las tres compañías de calificación más importantes.