Desde Bogotá
El ruido del caceroleo -igual que en Chile- que se inició tibiamente con grupos menores en las esquinas, en esta segunda jornada de protestas, cobra vigor cuando el reloj se acercaba a la noche aquí en Bogotá. Vine desde Santiago al lanzamiento de mi libro y la reunión tuvo que suspenderse por las protestas y la acción de la policía.
Desafiando el toque de queda que el gobierno acaba de decretar, pacíficos manifestantes hacen sonar cacerolas que portan mientras se escuchan inconfundibles e inquietantes sonidos de disparos en el sector de Corferias en que me encuentro.
Esta forma de manifestación, fue inaugurada contra el gobierno del presidente chileno Salvador Allende, consigna el canal City de televisión de Bogotá, y vaya si su comentario me trae el doloroso recuerdo de esa época.
En otros sectores de la ciudad se están produciendo intentos de saqueos y vandalismo que la policía ha podido controlar, pero estas acciones han ido aumentando desde ayer, asemejándose por los niveles de violencia a los desbordes ocurridos en Chile, en los últimos días.
Durante todo el día se han mantenido las protestas que empezaron el jueves y en distintos puntos de la ciudad se presentaron desmanes y confrontación entre quienes protestan y los uniformados.
Hace poco acaba de dirigirse al país el Presidente Duque, lo ha hecho en tono enérgico y sereno, invitando al diálogo desde la próxima semana pero asegurando que cumplirá con su obligación de garantizar la seguridad y el derecho a propiedad de la población y ha designado la creación de patrullas mixtas entre militares y policías para garantizar el orden público.
A continuación de sus palabras la televisión ha mostrado a sectores de la oposición que rechazando toda forma de vandalismo han exigido a la administración de Duque, gobernar para todos y no para unos pocos.
Producto de todos estos hechos se suspendió poco antes de presentarse, el partido de exhibición de Roger Federer, que se realizó en Chile el martes pasado. “Estamos muy apenados de lo que sucede, pero a veces estas cosas ocurren y tenemos que cuidarnos y mantenernos a salvo". El propio Roger Federer salió al court armado en el Movistar Arena de Bogotá para anunciarle a los fanáticos presentes que no se llevaría a cabo la exhibición pautada por el toque de queda que ordenó el presidente de Colombia Iván Duque tras los conflictos que predominan las calles de ese país.