Se han hallado ya 66 cadáveres y se han doblado los desaparecidos a 631, mientras los bomberos han logrado ganar algo de terreno a las llamas en las últimas horas en los incendios que afectan a California.
El condado de Butte, en el norte del estado, donde arde el incendio bautizado como "Camp Fire", que con 63 víctimas mortales -siete nuevas este jueves- ya es el más mortífero de la historia californiana, actualizó esta noche la lista de personas desaparecidas hasta alcanzar las 631.
Son más del doble de las que aparecían por la mañana y casi cinco veces más que el miércoles.
Los otros tres muertos se produjeron en el otro gran fuego que quema en el sur del estado, cerca de Los Ángeles, y donde las autoridades no han informado de que haya ninguna persona sin localizar.
La mayoría de los desaparecidos reside en la población de Paradise, de 26.000 habitantes y que fue completamente engullida por las llamas.
La localidad se encuentra en la falda de la Sierra Nevada estadounidense, con un clima seco y soleado que en el último medio siglo ha atraído a muchos jubilados, lo que ha hecho que la población se triplicase en cincuenta años.
La mayoría de la gente que aparece en la lista de desaparecidos tiene más de 60 años.