El presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva para que el gobierno federal deje de emitir carbono para 2050, fijándose el objetivo de reducir en un 65% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, además de contar con una flotilla de autos y camiones completamente eléctricos cinco años después.
La Casa Blanca dijo que la orden muestra cómo el gobierno “aprovechará su escala y poder de adquisición para predicar con el ejemplo en el combate a la crisis climática”. La orden reducirá las emisiones en todas las operaciones federales, como parte de las labores del gobierno para confrontar al cambio climático.
“El gobierno federal, como el mayor propietario de tierras, consumidor de energía y empleador en la nación, puede catalizar las inversiones del sector privado y ampliar la economía y la industria estadounidense transformando la manera como creamos, compramos y gestionamos la electricidad, vehículos, inmuebles y otras operaciones para que sean limpios y sustentables”, según se lee en la orden.
Estipula la misiva que los inmuebles del gobierno deben utilizar electricidad 100% libre de emisiones de carbono en 2030, toda la flota de coches y otros vehículos federales debe ser totalmente eléctrica para 2035, y los bienes y servicios adquiridos en los contratos federales deben estar totalmente desvinculados de la contaminación por carbono para 2050.
Los edificios del gobierno deben ser libres de emisiones de carbono en 2045, incluyendo una reducción del 50% para 2032, según Biden.
La acción ejecutiva es parte del compromiso de Biden para apoyar al desarrollo de energías limpias y las industrias de tecnología limpia, al tiempo que acelera el progreso de Estados Unidos hacia la obtención de un sector eléctrico libre de la contaminación por carbono para 2035, dijo la Casa Blanca en un comunicado.
Mediante la orden ejecutiva, el gobierno transformará su portafolio de 300.000 edificios, su flota de 600.000 autos y camiones y su poder de compra anual de bienes y servicios por 650.000 millones de dólares para alcanzar las cero emisiones netas en las próximas tres décadas, dijo la Casa Blanca.
“El gobierno de Estados Unidos predicará con el ejemplo para proporcionar una base sólida a las empresas estadounidenses para que compitan y ganen a nivel global en la economía de energías limpias al tiempo de crear empleos sindicalizados y bien remunerados en el país”, según el comunicado.
Los grupos ambientalistas en general elogiaron la orden y la describieron como una medida positiva, aunque algunos cuestionaron el plazo de 30 años para alcanzar las cero emisiones netas.
La orden establece “una referencia audaz en la adquisición de electricidad” y pone el ”inmenso poder de compra (del gobierno) al servicio del avance de las tecnologías críticas libres de carbono”, dijo Lindsey Baxter Griffith, directora de política federal de Clean Air Task Force, un grupo activista.