La presidenta del Senado boliviano, Adriana Salvatierra, renunció a su nacionalidad chilena, que adquirió por su madre, para poner fin a una polémica que alcanzó ribetes políticos.
“Hoy presenté ante el consulado de Chile mi renuncia voluntaria a la nacionalidad que adquirí por el principio jurídico de consanguinidad. No quiero que se entienda como un acto de desprendimiento, soy y siempre seré boliviana, dijo Salvatierra el viernes en una declaración de prensa”.
Su madre, una ex militante de las Juventudes Comunistas Chilenas, la inscribió en el consulado de Chile en Bolivia cuando Salvatierra tenía 14 años y vivía en la ciudad de Santa Cruz, en el oriente boliviano, donde nació.
Sobre su historia familia, la presidenta del Senado, agregó: “En los hechos nunca ejercí otra nacionalidad que no sea la boliviana. Legalmente no cometí ninguna irregularidad. Mi padre y mi madre conformaron una familia en el exilioâ€, explicó la legisladora que es militante del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS)”.
Grupos opositores habían pedido que renunciara al cargo toda vez que como presidenta del Senado está en tercer lugar de la sucesión presidencial. Además los opositores culparon al gobierno de Evo Morales de alentar un “doble discurso” al haberse enfrascado en una polémica con las autoridades de Chile mientras la Corte Internacional de Justicia en La Haya ventilaba la demanda marítima boliviana.